“Con la
bendición de Dios he llegado a los 50 años”, dice Antonio Torrico Navia
sobre el medio siglo de emisiones que cumple este 5 de febrero la Radio
Centro.
Sus
transmisiones las comenzó en 1964, en la calle Santiváñez, a media
cuadra de la plaza Principal, como un emprendimiento de cinco
radialistas que querían independizarse: Ramiro “Patato” Méndez, José
“Pilincho” Oropeza, Víctor Aguilar Dorado, Hugo Maldonado y Antonio
Torrico.
“No
teníamos muchos recursos, charlamos con los otros amigos y nos animamos.
El encargado de los trámites fue Víctor”, recuerda Torrico sobre la
conformación de la sociedad, que fue hecha en 1962.
Más
de un año después, ya con la licencia alquilaron un equipo transmisor y
cada uno aportó con algo: discos, tocadiscos, escritorios.
En
sus primeros años, cuando ya eran parte del equipo Milivoy Eterovic,
Adolfo Mier Rivas, Walter Ríos Gamboa, José Rocabado y José Nogales
Nogales, dirigidos por Héctor Mejía, la Radio Centro marcó la diferencia
en el espectro al introducir la lectura a dos voces, las grabadoras
portátiles y un periodismo ágil que, en la época de Víctor Paz
Estenssoro, le costó la suspensión temporal de sus emisiones por
denunciar el fraude electoral.
“Iniciamos
una huelga de hambre y recibimos mucho apoyo, especialmente de la
Central Obrera Departamental, de la universidad, de la organización de
profesionales, porque les gustó el trabajo periodístico que realizábamos
y Barrientos, entonces vicepresidente, se comprometió a ayudarnos para
que nos devuelvan la licencia y cumplió su palabra”, cuenta Torrico
Navia, ahora propietario y gerente de Radio Centro.
Desde
su creación hasta el restablecimiento de la democracia, este medio de
comunicación sufrió atentados dinamiteros, controles políticos, tomas
pacíficas, pero rebelde siguió haciendo periodismo independiente y
equilibrado.
Para
Torrico, los principales factores que ayudaron a que esta emisora se
mantenga cinco décadas son: “La selección de personal competente, estar
al día con la tecnología y el equipamiento”.
Actualmente
esta empresa tiene a 35 personas, entre trabajadores de planta e
independientes y tres frecuencias, Radio Centro 1420 Am y 96.1 Fm y
Radio Universal 106.9 Fm, y con la facilidades que otorga el Internet,
hace cuatro años es escuchada en Estados Unidos y diferentes países de
Europa.
“Cuando tú haces buena radio, que tenga un buen nivel y
que sea del gusto de la audiencia –dice Antonio Torrico–, inclusive los
auspiciadores son más fáciles de conseguir, lo que nos ha facilitado ir
hacia adelante, hacer inversiones y pagar mejor a nuestros
trabajadores”.
Otra
satisfacción que tiene es que, proyectos que han empezado en Radio
Centro –como el Corso de Corsos, la caminata a la Virgen de Urkupiña, la
carreras de coches antiguos, la Reina Infantil, entre varios otros– se
han convertido en referentes departamentales y se han consolidado como
patrimonio local.
Este
5 de febrero, en un acto especial, Radio Centro recibirá
reconocimientos de la Alcaldía, la Gobernación, la Asamblea
Departamental y varias otras instituciones y también reconocerá a varias
figuras mediáticas que hicieron sus primeras armas en ese medio, como
Alfonso “Toto” Arévalo, María Luisa de la Flor, Óscar Galdo, José
Gandarillas, Antonio Ferrufino, Carlos Balderrama, Romeo Ruiz, Federico
Sabat Lara, José “Piti” Novillo, José Nogales Nogales, Jaime Sosi, Jaime
Buitrago, Omar Tórrez, Carlos Dalence, entre varios otros.
CENSURA & DESAFÍO
Para Adolfo Mier Rivas, ahora director de Chaplin
Show en Santa Cruz, la Radio Centro fue “una tendencia revolucionaria
(...), recuerdo con mucho cariño a ese grupo. Recuerdo las épocas de las
dictaduras militares y la resistencia de la radio a no ceder y hacer de
la censura un desafío creativo para eludirla.
Un ejemplo: hubo una tarde muy sangrienta en la
avenida Oquendo cuando los militares salieron para enfrentar a la
dictadura. No podíamos hablar absolutamente nada del hecho. Se nos
ocurrió hacer pedidos de sangre, difundiendo la lista de tipos de sangre
para que la donaran al hospital Viedma. Pensamos que era una especie de
código para decirle a la gente que se estaba disparando contra el
pueblo.
Por los parlantes que usábamos, se coló la radio de
la Policía donde daban la lista de los presos que esa noche serían
llevados a La Paz. Cuando publicamos la lista, trataron de obligarnos a
que demos el nombre de la fuente. Nunca les dijimos de dónde sacábamos
esa información”.
BUEN MATRIMONIO
María Luisa de la Flor cumplirá 49 años en la Radio Centro y viviendo en Cochabamba, porque ella es de La Paz.
“Como todos los de mi época –recuerda– de alguna
manera nos gustaba la radio y estoy segura que hay un plan divino para
cada uno de nosotros y yo tenía que ingresar en esto, porque cuando
entré era una suerte tremenda porque las radios buscaban gente con
experiencia y yo no la tenía. Comencé a practicar un mes antes de entrar
y me asustaba mi voz, muy delgadita, muy aniñada, pero ahí está. Yo
creo que los locutores de ese tiempo nos empeñábamos en salir adelante y
mucho más las mujeres, porque había muchos más privilegios con los
locutores varones. Entonces, muy pocas mujeres ascendían y llegaban
donde querían.
Pero depende de cada uno llegar a la meta y ser mejor
cada día y aquí me ve. ¿Cómo defino ésto? Ha sido toda una primavera,
toda una alegría, ya que me gustaba hacer locución, jingles y todo
cuanto fui aprendiendo en el camino. Siento pasión por lo que hago, es
como un buen matrimonio. Tengo que estar muy, muy enferma para no
venir”.
Fuente: Los Tiempos, Bolivia
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