La emisora local empezó, allá por 1968, a transmitir un proyecto educativo en las comunidades rurales de la costa osornina. Cuatro décadas después, sus auditores traspasan generaciones y la convierten en una de las radios más queridas de la zona.
Un día como hoy, 11 de agosto, eso sí hace cuarenta años, iniciaba sus transmisiones Radio La voz de la Costa, o “la amiga del sur”, como más tarde se le bautizará. Partió como un proyecto educativo de la congregación de los Hermanos Menores Capuchinos, liderado por los padres holandeses Auxencio y Wilfredo, que dieron vida a la Fundación Radio Escuela Para el Desarrollo Rural (FREDER);dentro de las cuales se encontraban los proyectos de las Escuelas Radiofónicas “Santa Clara”, la Radio “La Voz de la Costa” y la Cooperativa Campesina Quilacahuín (Cocaquila).
Su objetivo era alfabetizar y apoyar en su desarrollo a las comunidades rurales e indígenas de la zona de San Juan de la Costa, a través de un innovador sistema educación radial. Para ello, se entregaron más de 300 equipos receptores en los dispersos hogares campesinos, con los cuales era posible salvar la dificultad de ir todos los días al colegio.
Además se le agregó buena música, lo que poco a poco la convirtió en una compañera fiel de las labores domésticas del campo y por qué no decirlo, de las tradicionales fiestas y reuniones de la zona. Así, con el pasar de los años fue convirtiéndose en un pilar fundamental del desarrollo, por que además de alfabetización empezó a entregar capacitación sobre labores agrícolas a través del mismo sistema educativo.
Sin embargo, tampoco la tuvo fácil. Al llegar la dictadura militar, se abanderó por la defensa de los derechos humanos y reclamó por la violaciones a estos, cuestión que le valió numerosos ataques por parte de los aparatos de inteligencia del régimen. “De hecho, por lo menos dos veces nos botaron las antenas, atacaron a los directores de la radio y a los locutores a balazos en pleno estudio, resultando varios de ellos heridos”, relata Leonardo Hernández, experimentado periodista de la emisora, agregando que, “cuando vino el tiempo de la censura, en el país habían tres radio censuradas: Radio Chilena y Cooperativa, de Santiago y La Voz de la Costa de Osorno, la única radio de provincia silenciada en todo el país”.
Así la cosas, la Costa resistió los embates por constituirse como referente de reclamo contra el gobierno de Augusto Pinochet hasta la llegada de la democracia, proceso por el cual se la jugó por entero mientras duró. “Sin embargo, cuando llegó, la radio murió. De hecho cerró el 91, por una semana por falta de financiamiento”, relata Leonardo, recordando aquellos difíciles días, donde producto de que dejó de recibir financiamiento exterior para programas de educación que realizaba, no pudo solventar la cantidad de trabajadores que en la emisora laboraban. “más de 100 eran”, dice Leonardo.
Sin embargo, nuevamente se puso en pie, con menos personal eso sí y replanteando su programación hasta como la conocemos en la actualidad. No obstante, no ha cambiado su defensa a los derechos humanos y el reclamo de las desigualdades que aún se producen en nuestros días, “hoy por hoy tenemos un nuevo objetivo y que es poner el ojo en la protección del medio ambiente y todo lo que esto significa”, aclara el periodista.
El hoy de la Amiga del Sur
El fin de semana tocó celebrar como Dios manda el cuadragésimo aniversario y las conclusiones tras los distintos eventos realizados son más que favorable: más de 5 mil cuadritos de 20 por 20 centímetros tejidos por las auditoras de la radio para la confección de frazadas, que luego de ser unidos por más de 90 señoras, serán donadas a familias vulnerables de la ciudad; cerca de 400 kilos de pilas; más de 600 llamadas durante las 40 horas ininterrumpidas que realizaron el pasado fin de semana y finalmente un gimnasio del Liceo Eleuterio Ramírez repleto en los show de celebración, donde 27 grupos locales deleitaron y entretuvieron a la concurrencia venida desde todos los sectores de la zona.
“Ya existe una identidad con la radio. Con los colegas nos sorprende el cariño que los auditores siente por la radio, pero más allá de sentirnos alagados nos queda la sensación de que se pudo hacer más y al mismo tiempo, nos da la responsabilidad de seguir trabajando por la gente”, finaliza Leonardo.
Desde El Vacanudo, vaya nuestro más cordial abrazo y felicitaciones en este nuevo aniversario de “la Amiga del Sur”, sin duda un modelo a seguir para los nuevos comunicadores y medios de comunicación nacientes, por su cercanía con la comunidad y el trabajo realizado por sus profesionales.
Fuente:El vaca nudo, Chile
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