Venezuela experimenta desde el 2002 el despegue de la comunicación alternativa, sin embargo las condiciones del parto no fueron las mejores, hoy vemos las consecuencias
Donde existe una estación radial comunitaria seguramente se generan controversias en el plano políticoEn la entrega de ayer se trataba de identificar los diferentes elementos del escenario formativo de las emisoras comunitarias dentro de la nueva red comunicacional comunitaria. Entonces, ya precisado el hecho de que estas estaciones radiales nacen como respuesta a los eventos de abril de 2002, donde el Estado perdió el control de la plataforma comunicacional de la nación, y se plantea la necesidad de contrarrestar el efecto de los medios privados tradicionales invirtiendo más de 4 mil millardos en la comunicación alternativa, específicamente en la radiodifusión comunitaria, de la cual, el especialista y catedrático costarricense Francisco Gutiérrez advierte que sus “dificultades son más de índole política que tecnológica” ya que los desafíos no se programan en lo “meramente tecnológico, sino en el uso político que se haga de las nuevas tecnologías”.
EL DEBER SER
La Ley Resorte establece que los prestadores de servicios de radio y televisión comunitarios de servicio público, sin fines de lucro, no podrán difundir propaganda, y ya sabemos que este término se acuña sólo para los contenidos políticos. Asimismo los prestadores de servicios de radio y televisión comunitarios de servicio público, sin fines de lucro, deberán difundir entre otros: Mensajes dirigidos a contribuir con el desarrollo, la educación para la percepción crítica de los mensajes, el bienestar y la solución de problemas de la comunidad de la cual formen parte, mensajes que promuevan la conservación, mantenimiento, preservación, sustentabilidad y equilibrio del ambiente en la comunidad de la cual forman parte, programas que permitan la participación de los integrantes de la comunidad, a fin de hacer posible el ejercicio de su derecho a la comunicación libre y plural, para lo que deberán anunciar las formas a través de las cuales la comunidad podrá participar y los mensajes de solidaridad, de asistencia humanitaria y de responsabilidad social de la comunidad.
En esos términos se delimitan todas las posibilidades creativas y productivas de las estaciones radiales comunitarias, de servicio público y sin fines de lucro.
EL EXPERIMENTO
A partir de una investigación periodística organizada por un trío de alumnos del noveno semestre de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Bicentenaria de Aragua, entre los que me incluyo, donde se observaron las tendencias en las programaciones, y dirigida a contrastar las realidades de las emisoras comunitarias pretendiendo corroborar su colaboración con el bienestar comunal o su activa participación como medio de difusión del mensaje político, se llegaron a interesantes conclusiones.
Dos emisoras, dos realidades distintas. La emisora Reverón 94.5 es desde hace 5 años una emisora comunitaria. Ubicada en Villa Colombia, tiene como objetivo primordial la divulgación de todo tipo de mensajes que conllevasen a la resolución de los problemas que afectaran a la parroquia Cachamay, portando el slogan “El arte de la radio al servicio de la comunidad”. Su director, el pedagogo Miguel Predique, dejó bien claro “que aunque pertenece al proceso liderado por el presidente Hugo Chávez y toda emisora comunitaria tiene directrices políticas bien marcadas, la razón de ser de Reverón 94.5 es la comunidad, y lo materializa a través de la creación de espacios que permiten la interactuación de ésta desde una tribuna pública” a esto Pedrique le agrega que “fortalecer el intelecto comunitario ha sido también el norte de esta emisora, es por ello que se ha tomado la decisión de sacar seis programas del aire” que, según él mismo, eran “espacios para el descrédito de personas y aquí no hay cabida para la destrucción o confrontación sino para el diálogo y el consenso”.
Por su parte, La Llovizna 104.7 que “surge a raíz del sesgo y la negativa a informar que asumieron las radios y medios convencionales durante el golpe de Estado de 2002”, según Águedo Ramos, su director, quien además explica que “fue una alternativa cuya principal razón de ser son las comunidades de Guayana, partiendo de la necesidad que éstas tuvieron en un momento histórico determinado, al libre acceso a la información”.
Sin embargo, ese ideal de servir a la comunidad cotidianamente en labores y requerimientos sociales, no es tan concreto en La Llovizna 104.7. Desde un detallado análisis comparativo se evidenció la marcada connotación política en gran parte de los segmentos de la parrilla de programación. Los días lunes se transmiten regularmente diez programas, desde las 6:55 am hasta las 7:55 pm y por poner un ejemplo, tres de los programas de ese día (Alcaldía, La Voz de la Verdad y Rumbo al Socialismo), tienen una temática política pro gobierno claramente marcada.
Dos pueden ser interpretados como de servicio social (171 y Poder Popular), pero pese a esto se puede notar la inducción y orientación en los mensajes, mención de personalidades, magnificación de realización de obras, y un soslayado proselitismo político gubernamental regional.
Por otra parte, La Llovizna 104.7 produce segmentos característicos de una emisora comunitaria, como los programas Escuela, Infocentro, Ventana vecinal, Principios Cooperativos, Ciencias y Saberes del Pueblo, Abriendo Horizontes, Raíces de San Félix, Show latino, Jóvenes en la Radio, Domingos en familia y Mujeres por Guayana, donde se conciencia a la audiencia sobre los principios éticos y morales, se realizan semblanzas turísticas, culturales y gastronómicas de la comunidad, se producen micros sobre sana y equilibrada educación sexual a niños y adolescentes, así como charlas motivadoras sobre el cuidado del ambiente, mientras se ameniza con música, cuentos y poemas venezolanos, por mencionar sólo algunos.
La mera observación de la programación determinó en esta emisora: Propagandas a las obras de alcaldía y gobernación, comentarios favorables a candidatos electorales del oficialismo, música de matiz revolucionario, Alí Primera y música venezolana, así como expresiones verbales como compatriotas, comunidad socialista, patria, socialismo o muerte, nuestro comandante.
Entonces, como en la villa del señor, hay de todo un poco, unos buenos, otros no tan buenos.
NATURALEZA POLÍTICA
Donde existe una estación radial comunitaria seguramente se generan controversias en el plano político. Por ejemplo, en abril de 2004, en Paraguay, La Asociación Paraguaya de Comunicación Comunitaria y la Asociación Mundial de Radios Comunitarias filial Paraguay, se dirigían a la opinión pública, para repudiar las declaraciones del presidente ese país, Nicanor Duarte Frutos, quien hacía alusión a que se estarían preparando hechos violentos desde radios comunitarias en el Departamento de San Pedro, para las venideras elecciones y que se estarían guardando explosivos en emisoras comunitarias. Asimismo, en Colombia, la Asociación Mundial de Radios Comunitarias en agosto de 2007, expresaba su “firme rechazo a la decisión del gobierno colombiano de violar la libertad de expresión e información al censurar en forma arbitraria e inconstitucional el derecho de los medios de comunicación comunitarios a informar a sus comunidades sobre las distintas propuestas electorales, hacer entrevistas o promover debates entre candidatos de partidos políticos”.
Álvaro Uribe le pediría “abstenerse de incluir en su programación la intervención de candidatos, debates políticos y propaganda de la actual contienda electoral” a través de una resolución, firmada por la ministra María del Rosario Guerra.
Antonio Valdez Zurita (Pasante UBA)
Fuente: El Diario de Guayana, Venezuela
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