martes, 28 de junio de 2011

MEXICO: Radios sin permiso: fenómeno nacional

Decenas de radiodifusoras transmiten en México sin el permiso correspondiente, no obstante los operativos del gobierno en su contra. El tema vuelve a la agenda del sector y polariza a los actores en juego. ¿Cuál es su opinión de esto?

La semana pasada, se llevó a cabo en la capital de Puebla una reunión del Consejo Consultivo de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), en la que su presidente, Tristán Canales, demandó acabar con las radios que transmiten sus contenidos al margen de la ley.

Es urgente, dijo, redoblar nuestros esfuerzos de colaboración con las autoridades para terminar con ese “cáncer” que son las “radios piratas”. La práctica de la radiodifusión ilegal y, en ocasiones, su posterior legalización, afirmó, han sentado un precedente negativo que no sólo lesiona el desarrollo equilibrado del sector, sino que también atenta contra la legalidad que promueve el gobierno de la República.

En ese mismo evento, el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Mony de Swaan, informó que de 2004 a la fecha ha recibido, exactamente, 537 denuncias por la operación, sin concesión ni permiso, de estaciones de radio y televisión, y que han derivado en 355 operativos para desmantelarlas, con el apoyo de la Secretaría de Gobernación y la Policía Federal Preventiva.

Tan sólo en el 2010, 32 radiodifusoras fueran desmanteladas y 16 fueron localizadas pero ya no operaban. En lo que va del 2011, 18 estaciones han sido aseguradas y 9 se encontraron sin que operaran.

De Swaan dijo que la mayor parte de estas emisoras se ubicaban en los estados de Oaxaca y Chiapas, bajo una concepción comunitaria, religiosa, pero que también eran utilizadas por bandas de narcotraficantes.
Los datos dados a conocer por la Cofetel son interesantes porque, en efecto, nos muestran un fenómeno social y político que, por lo visto, no acabará con más desmantelamientos ni con violencia a quienes las construyen.

En la sexta sesión ordinaria del Consejo Nacional de Radio y Televisión (un órgano de consulta que depende de la Secretaría de Gobernación, en el que participa el gobierno, la industria y los trabajadores del sector), que se llevó a cabo el 8 de diciembre de 2010, también se abordó el tema y ahí, la Cofetel presentó otros datos valiosos.

Informó que con base en sus monitoreos y hasta esa fecha (fines del año pasado) había unas 166 emisoras al aire sin autorización que transmitían en 11 entidades federativas, aunque la mayor parte de ellas, como dijo Mony de Swaan, se ubicaba en Oaxaca y Chiapas. Destacó también que sus contenidos son fundamentalmente de proselitismo religioso.

De acuerdo con el gobierno, hasta diciembre de 2010, las estaciones ilegales en operación estaban distribuidas en los siguientes estados:

Chiapas: 77
Oaxaca: 66
Guerrero: 5
Estado de México: 4
Michoacán: 3
Distrito Federal: 3
Coahuila: 2
Sonora: 2
Veracruz: 2
Chihuahua: 1
Puebla: 1

¿Por qué ha sido difícil desmantelarlas en su totalidad?

Por varios factores. Uno de ellos es que se contaba, hasta diciembre del año pasado, con sólo 8 inspectores para realizar las visitas de inspección a estaciones legales y las visitas de aseguramiento a las emisoras que operan sin autorización, pero Mony de Swaan anunció que a partir del próximo mes de julio serán ya 30 los funcionarios encargados de esta tarea, gracias a un traspaso de recursos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), por lo que presumiblemente habrá más operativos exitosos.

Otra de las razones es que “derivado de las condiciones sociales, políticas y de seguridad que prevalecen en Chiapas y Oaxaca, no ha sido posible efectuar un mayor número de operativos”, dijo la Cofetel en la sesión ya referida del Consejo Nacional de Radio y Televisión, cuya acta fue obtenida mediante una solicitud con base en la ley de transparencia. Es decir, hay sitios en los que, suponemos, se puede generar violencia si acuden los funcionarios públicos para sacar del aire a la radiodifusora.

Por cierto, de las emisoras que no tienen permiso para transmitir está la Ke Huelga, en el Distrito Federal, pero se habla de otras dos. ¿Las ha escuchado? ¿qué le parecen?

¿Por qué surgen este tipo de radiodifusoras? Las motivaciones son diversas. Organizaciones religiosas, impedidas por ley de operar directamente las estaciones, buscan así incidir en sus radioescuchas y ganar adeptos. Hay también quien desea hacer negocio con ellas al vender espacios para la transmisión de publicidad o hacer proselitismo político, pero hay otros que ven en el medio la posibilidad de ayudar a su comunidad. Al respecto, Mony de Swaan dijo lo siguiente al periódico La Jornada, luego de reunirse con los radiodifusores en Puebla:

“… muchas se realizan por frustración de sus promotores por el marco y jurídico y en efecto su contenido no es ilegal ni inmoral ni atenta contra la paz social. Hay gente que se ha desesperado ante la ausencia de una regulación en la materia y de manera ilegal usa el espectro para transmisiones comunitarias”, por lo que debe darse una apertura para ampliar el desarrollo de este tipo de radiodifusoras.

A su vez, la CIRT defiende legítimamente sus intereses y afirma que la legalización de las estaciones que operaban sin concesión ni permiso va en contra del estado de derecho, que defiende el gobierno actual. También han manifestado su rechazo por la incorporación de la figura de “radio comunitaria” en la propuesta del Reglamento de Radio y Televisión en Materia Electoral, elaborada por el Instituto Federal Electoral (IFE), porque en su opinión el órgano electoral no tiene atribuciones para esto y va en contra de lo que establece la legislación en la materia, donde sólo hay concesiones (emisoras comerciales) y permisos (estaciones sin posibilidad de comercializar sus espacios).

El debate continúa mientras crece la confrontación entre la CIRT y el IFE, no sólo por el tema de las radios comunitarias, sino también por la reglamentación del derecho de réplica, el proyecto que busca adelantar los tiempos para la transmisión de los spots y los bloqueos de campañas políticas en estaciones de radio y televisión ubicadas en lugares donde no es posible transmitirlas por el desarrollo de procesos electorales.
Gabriel Sosa Plata

Fuente: Mediateca Digital - El Universal - Blogs, México

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