jueves, 26 de junio de 2008

“En México, EU y Alemania la radio es mediocre; todo suena igual”

■ En el trabajo colaboraron la guionista Anja Gudenlag, el ingeniero Peter Avar y el músico Jorge Reyes

■ Cuando el etnomúsico tocaba la concha, los guardias lacandones de Bonampak le pidieron que no lo hiciera, porque “tumbaríamos los muros, que escuchaban desde hace 500 años”

Goetz Naleppa, Anja Gudenlag, Jorge Reyes y Peter Avar, en Radio Educación
“La radio en México, Estados Unidos o Alemania se ha hecho mediocre, porque todas las estaciones suenan igual. Todos los locutores tienen el mismo estilo de hablar. Más de 90 por ciento del contenido es publicidad o periodismo. En el porcentaje restante caben las obras de arte radiofónico que solamente se hacen en emisoras públicas”, dice el radioasta alemán Goetz Naleppa, director del proyecto Popol Vuh —basado en el libro de la creación del pueblo maya–, quien la semana pasada obtuvo el premio del Festival de Emisión Radiofónica de Nueva York 2008, en la categoría de radiodrama. “Se trata del Óscar de la radio. A escala mundial es el más importante que existe para los radioastas”, comenta en entrevista el director de esta obra sonora.

Popol Vuh, recopilación de las leyendas del Quiché, narración que busca explicar el origen del mundo, la civilización y los fenómenos naturales, devino obra acústica producida para Radio Educación, en 2006, por este dramaturgo alemán.

Se trata de un viaje acústico al centro de la cultura maya. “Es la primera vez que sonidos naturales de la jungla chiapaneca, de zonas arqueológicas, de voces quichés, choles, tzotziles, lacandonas, entre otras –además de instrumentos tradicionales– han sido grabados en directo. Las voces que se escuchan son de indígenas, acompañadas con la orquesta de la selva.”

La idea, comenta Naleppa (con más de 30 años de experiencia en radioarte y director de la radio Berlín Brandeburgo), “era hacer la narración de este libro en un estudio en Berlín. Teníamos texto, actores, pero al final decidimos realizar la obra en su sitio original. La palabra más importante para un proyecto como éste es respeto. Leí y releí esta obra, sobre todo la primera parte, que habla de la creación del hombre. Todo estaba lejos y cerca de mí al mismo tiempo, incluso en la actualidad no la podemos comprender bien”.

Los herederos de los mayas hoy día viven una situación “no muy feliz; por eso esta lucha por el respeto de su cultura era muy importante para mí. Llegué a esas tierras no como un blanco que todo lo sabe, sino como alguien con preguntas, con curiosidad y respeto; por eso me dieron la confianza y lo que necesitaba, como la grabación de la voz del último chamán lacandón, Miguel Alemán, un señor de más de 90 años, quien hizo una ceremonia para nosotros. Ese tipo de ideas se integraron a la obra: confrontar la realidad de hoy de los indígenas con su pasado, escrito en este libro”.

Desde el primer momento, comenta Goetz, “el proyecto tuvo buena estrella. He trabajado por más de 30 años con el radiodrama y pocas veces habían llegado las cosas tan fáciles y con éxito. Agradezco a personas como la ex directora de Radio Educación Lidia Camacho, quien me tuvo confianza. También a Jorge Reyes, porque fue quien, además de su aportación en la creación de la música y sonidos, y su narración, me abrió la puerta con los indígenas de Chiapas. Además del ingeniero encargado de la ambientación y música, Peter Avar, y el guión de Anja Gudenlag”.

Experiencia creativa en todo sentido

Entre las experiencias de buena energía, cuenta el radioartista, que una ocasión, en el sitio de Bonampak, Jorge Reyes tocó la concha a las cinco de la madrugada, y los guardias lacandones del lugar corrieron a decirle que no tocara porque “tumbaríamos los muros, que escuchaban, luego de más de 500 años. Fueron favores que recibimos que no se pueden pagar con dinero”.

Entrevistado por separado, el músico michoacano Jorge Reyes asegura que Popol Vuh es “una experiencia creativa en todos sentidos”, por lo que “fructifica en este premio. Es el reconocimiento de nuestro pasado glorioso, tan importante para motivar que gente de nuestro país haga proyectos como éste”.

Reyes se involucró con el proyecto luego de conocer a Goetz en una bienal de radio, tan promovidas por Lidia Camacho. “Me dijo que estaba interesado en realizar un radiomontaje sobre el Popol Vuh, hablado en diversas lenguas mayas, español y alemán, y que los sonidos ambientales se grabaran en sitios arqueológicos. No quería tomar ambientes de las bibliotecas de sonidos, sino que fueran originales de sitios mayas, sin efectos electrónicos. Grabar los ruidos de los caracoles, los tambores, arriba de las pirámides, en los pasillos. Gran elemento fue el ingeniero Peter Avar –con quien ya había tenido experiencias en Paisaje sonoro de Michoacán–, quien fue el encargado de grabar los sonidos ambientales, musicales, y de la edición final”.

Género poco conocido

Su participación fue grabar sonidos musicales inmerso en ambientes naturales, utilizar la resonancia de lugares como la explanada de Bonampak. No hubo efectos de estudio, todo fue natural. Además, fue el enlace con la gente. “Algunas cosas las grabamos a escondidas. Otras veces platicamos con la gente para que se dejara grabar, como fue el caso de algunos curanderos. Los actores mayas iban apareciendo por contactos; también maestros y locutores indígenas se sumaron y se convirtieron además en actores”, comenta Reyes, quien también hizo la parte de la narrativa en español, lo que implicó un reto para él, porque nunca había hecho trabajos actorales para radio.

Jorge Reyes y Naleppa opinan que la radio pública es la que da la cara en el campo de estas creaciones. “Hoy día las personas en la calle no saben nada de radiodrama, no conocen el género porque no existe, se ha perdido entre la publicidad. Durante los años que Lidia Camacho dirigió Radio Educación se impulsó el radioarte mediante talleres. En México, esta expresión radiofónica sigue siendo poco reconocida y poco impulsada, pues domina más el concepto de la radio como medio de entretenimiento o de información: la radio llena de anuncios publicitarios enajenantes”.

Por lo pronto, como adelantó Naleppa, se espera que esta obra sonora se presente en el acto inaugural de la Fonoteca Nacional (que dirigirá Lidia Camacho) en su versión 5.1, o sea, en sonido surround, con seis altavoces.

Juan José Olivares
Fuente: La Jornada, México

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