Nicolas Sarkozy ha decidido que la publicidad será suprimida progresivamente de los canales públicos de televisión. El nuevo sistema de financiamiento está basado en una tasa que pagarán las empresas de telefonía y de suministro de Internet. La oposición considera que el nombramiento gubernamental del presidente del canal público de televisión representa un retroceso a épocas de control político de los medios de comunicación.
Al término de cuatro meses de audiciones, debates y síntesis, la comisión ad-hoc presidida por el diputado Jean-François Copé presentó este miércoles al presidente de la República su informe sobre la reforma del sistema audiovisual público. Aunque la comisión fue boicoteada por los diputados de la oposición, diputados oficialistas y profesionales de la comunicación audiovisual produjeron un documento que define el marco de lo que podrá ser la reforma más importante del sistema francés de radio y televisión pública. Nicolas Sarkozy convocó a una solemne conferencia de prensa en el Palacio del Elíseo, en el curso de la que asumió la mayoría de las recomendaciones de la Comisión, pero modificó alguno de sus puntos. Las decisiones anunciadas por Sarkozy van a expresarse en un proyecto de ley que será sometido al parlamento durante el próximo otoño boreal.
La reforma y la polémica comenzaron a tomar forma cuando de manera imprevista, Sarkozy propuso que desapareciera la publicidad de los canales públicos de televisión. Aunque se trataba originalmente de una idea que la izquierda propuso sin llegar a realizar, los críticos de Sarkozy opusieron dos tipos de argumentos: el debilitamiento financiero (y en consecuencia editorial y organizativo) de la televisión pública y el beneficio colateral de los canales privados, en momentos en que sufren una caída de su audiencia y de sus ingresos publicitarios. Sarkozy propone remplazar los ingresos publicitarios por una tasa de 0.9% impuesta a las actualmente prósperas empresas que ofrecen servicios de telefonía celular e Internet. De esa manera, a partir del próximo 1 de enero los canales no difundirán publicidad después de las 8 pm, antes de su desaparición total en 2011.
Otra decisión discutida es atribuir al poder ejecutivo el poder de nominación del futuro presidente del canal público de televisión, lo que hasta ahora era prerrogativa del Consejo Superior del Audiovisual, CSA, nombrado en partes iguales por la presidencia y las dos cámaras del parlamento. El nombramiento deberá ser ratificado por el CSA y por una mayoría calificada de la Cámara de diputados.
Los sindicatos de las empresas públicas de televisión consideran que las propuestas de Sarkozy son “todavía peores que las de la comisión Copé” y temen que la reforma conduzca a la pérdida de independencia editorial, a la reducción de creación propia de los canales en beneficio de la compra de series baratas producidas en Estados Unidos. Por su parte, el Partido Socialista denuncia que el gobierno “que practica una política muy impopular intenta reforzar su poder en los medios de comunicación para practicar la propaganda”.
Fuente: Radio Francia Internacional, Francia
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