martes, 24 de marzo de 2009

De la radio de ayer a la de hoy

El torreón del Castillo de Santa Ana acoge hasta finales de mes una interesante y curiosa muestra de receptores que van desde el año 1938 hasta nuestros días

El torreón del Castillo de Santa Ana acoge hasta finales de mes la exposición Receptores de radio: la evolución de un medio que organiza Onda Cero con motivo de los 75 años de la llegada de la radio a Almería. La muestra fue inaugurada el pasado martes por el alcalde de la localidad, Gabriel Amat y por el director de Onda Cero, Francisco Espinar. Con esta exposición que muestra la evolución de la radio a través de sus receptores, se rinde homenaje al milagro de la comunicación.

Los aparatos de radio son el último eslabón entre la palabra y el oyente.Durante décadas han tenido un lugar privilegiado en los hogares almerienses, ya que se les rendía veneración porque eran lo único tangible del milagro. Las familias se concentraban al calor de la palabra como si de una hoguera se tratara. Una hoguera calidad que desprendía emociones y que se había convertido en el primer medio de comunicación que tenía la capacidad de contar las cosas al mismo tiempo que sucedían.

En la exposición se pueden ver los primeros receptores de galena, donde la energía eléctrica era necesaria, hasta los nuevos receptores de radio digital de futura implantación en España. Los apartados de radio eran la ventana al mundo. De ahí salían noticias, avisos, dedicatorias, y sobre todo música. La música que hacia esbozar sonrisas en los rostros de las niñas que se sentían enamoradas por el galán invisible de voz aterciopelada, mientras las costureras sufrían como propios los desmanes del señorito novelesco.

La colección que se ofrece en el torreón del Castillo de Roquetas ha sido un trabajo my complicado, que ha sido posible gracias al esfuerzo del técnico, Manuel Ortega. Durante meses ha conseguido recopilar una selección de los receptores de radio más significativos, que van desde los ostentosos muebles alrededores de los cuales se reunía toda la familia, hasta los radiocassettes ochentenos que vivían más en las calles que en la intimidad de las casas.Los primeros receptores de radio fueron de galena.

Muy sencillos y sin ningún tipo de suministro eléctrico para funcionar, consistían en una bobina, un condensador variable, un cristal detector (la galena) y unos auriculares. Poco tiempo después, apareció el diodo, sustituyó a la galena y los auriculares fueron reemplazados por bocinas como las de los gramófonos.

El diodo fue sustituido por la válvula termoiónica (de vacío) que permitía obtener un sonido de más calidad. Los receptores se presentaban como una serie de lámparas y botones dispuestos en una caja de madera que, con el tiempo, pasó a convertirse en un mueble de muy diversas formas, y la madera pasó a ser sustituida por la baquelita.

El transistor reemplazó al oscilador y a la válvula termoiónica, realizando las mismas funciones pero en frío, con un consumo de corriente muy bajo y en un espacio reducido. Con el paso del tiempo, los aparatos de radio se hacen más pequeños y económicos, diversificándose los modelos.

Fuente: El Almería, España

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