El proyecto constitucional que se nos exhibe para ser votado en septiembre fue cínicamente modificado no por asambleístas sino por empleados del presidente Correa y los llamados correctores de redacción.
No hubo reconsideraciones, inclusiones o nada que se parezca. Desvergonzadamente, han incluido en el artículo 408 al espectro radioeléctrico. Esa disposición habla de la propiedad inembargable de los recursos naturales, producto del subsuelo, minas, etc., es decir, los recursos no renovables.
Cómo entonces puede incluirse el espectro radioeléctrico, que es el espacio, el aire. Acaso el oxígeno no se renova. Qué burdos y toscos son estos incondicionales de Correa que intentan darle al estado la propiedad de las utilidades o beneficios que producen los medios que usan el espacio electrónico, es decir, los canales de televisión y radio emisoras.
Si llegara a aprobarse esta perversidad, el estado se convertiría en socio de todas las estaciones de televisión y radio en partes iguales.
Es un arranche inmoral del trabajo y los beneficios que produce un negocio por la inversión y el esfuerzo de particulares, de empleados y trabajadores de esa actividad.
En definitiva, es una confiscación del 50 % de todas las emisoras de radio y estaciones de televisión que funcionan en el Ecuador.
Fuente: El Metro de Guayaquil
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