Una estrella se apagará en Berlín cuando, en noviembre deje de emitir Radio Paradiso, la única emisora de carácter específicamente cristiano en la región de Berlín y Brandemburgo. Su emisión en la frecuencia 98,2 MHz será sustituida por la emisora Oldiestar, una radio fórmula con música de los años 80. Su desaparición ha levantado una ola de protestas, entre ellas y muy enérgicas las del obispo protestante Markus Dröge y la diputada cristianodemócrata Monika Grütters, que han criticado duramente, pero en vano, la decisión del secretario de Estado de cultura, André Scmitz.
Los principales propietarios de Radio Paradiso, que son la Coperativa Evangélica, que depende del consejo Evangélico alemán, y el Hospital Immanuel, también evangélico, no han podido defender ante las autoridades berlinesas el mantenimiento de un proyecto que en sus tiempos dorados fue muy rentable, pero que en los últimos años ha perdido audiencia y, según el organismo estatal que adjudica las licencias, el MABB, no cumple hoy en día con los requisitos mínimos de calidad.
Las licencias de radio en Berlín Brandemburgo deben renovarse cada 7 años, algo que sucede prácticamente de forma automática pero para lo que, según una nueva normativa de 2007, cada emisora debe superar el examen periódico de control de calidad.
El MABB realizó en 2008 una inspección rutinaria y detectó que, de la nutrida programación hablada que hizo de esta emisora un referente para las familias en los 90, apenas quedaban 72 minutos. El resto había quedado reducido a poner discos, debido a la falta de presupuesto para contratar personal y al escaso interés del público por intervenir en la programación.
Radio Paradiso había establecido como medio de financiación la emisión de acciones por cantidades no superiores a los 5.000 euros, de forma que personas particulares podían "comprar su pedazo de Paraíso", así decía la publicidad, y dedicar microespacios a dar sus opiniones o elaborar sus pequeños programas.
La idea comenzó siendo un éxito, pero el entusiasmo duró sólo unos meses y los huecos dejados por los "Microparaisos" que iban desapareciendo no pudieron ser suplidos por profesionales con la misma rapidez, lo que había terminado generando un caos en la parrilla de programación difícil de superar. En los últimos años, la audiencia cristiana de entre 29 y 49 años, que era su objetivo, se ha pasado en masa a la emisora Radio Teddy, con un programa para familias y especial atención a la audiencia infantil.
El director general de Radio Paradiso, Matthias Gülzow, defiende la emisora argumentando que "la acusación de que solamente programamos música es falsa. Es cierto que pasamos un grave bache, pero desde 2008 ha aumentado el tiempo de programación hablada y hoy supera las tres horas y media diarias". El consejo de dirección ha recurrido la retirada de la licencia presentando pruebas de que, desde que se realizó la inspección hasta ahora, ha mejorado sensiblemente el contenido.
Fuente: El Mundo, España
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