miércoles, 27 de junio de 2012

Tercera radio dinamitada en doce días en Bolivia; periodistas son víctimas de motín policíaco

Radio Emisoras Bolivia 1.450 Khz AM, radio comunitaria propiedad de los sindicatos campesinos de Oruro, es la tercera estación víctima de un ataque con dinamita en menos de dos semanas. La explotación ocurrida la madrugada del 26 de junio de 2012 destruyó su antena de enlace con la torre de emisión.

“Hemos debido suspender las emisiones pero esperamos volver pronto al aire”, explicó a Reporteros sin Fronteras Norka Herrera, uno de los ocho trabajadores de la radio. Según el director de la radio, Félix Condori, en los últimos días los periodistas recibieron llamadas telefónicas en las que los amenazaban por su línea editorial.

Este atentado ocurre en medio de un clima enrarecido por los conflictos sociales, que tomó un giro inquietante con el motín de policías que exigían un aumento salarial. Miembros del gremio periodístico fueron víctimas de la ira de los policías en varias ciudades. Según algunos colegas, tres periodistas de Oruro estaban “fichados” por los policías insubordinados: Norka Herrera era uno de ellos, junto con Juan Mejía, corresponsal en Oruro del diario privado La Razón, y José Luis Jaimes, periodista de la estación Radio Jacinto Rodríguez.

“El anuncio de un acuerdo entre el gobierno y los policías insubordinados, este 27 de junio, nos tranquiliza. Estos seis días de forcejeo nos recuerdan mucho la siniestra jornada del 30 septiembre 2010 que hizo vacilar a Ecuador y durante la cual numerosos periodistas, tanto del sector público como del privado y comunitario, padecieron la censura y brutalidad de los policías que se sublevaron. Aunque celebramos este acuerdo, seguimos preocupados por la situación generada por las múltiples protestas sociales, que puede afectar el ejercicio de las libertades públicas y del derecho de informar. Debe hacerse justicia en los casos de Radio Emisoras Bolivia y de los colegas agredidos estos últimos días”, declaró Reporteros sin Fronteras.

Además del atentado contra Radio Emisoras Bolivia, la protesta policíaca estuvo marcada por diversas agresiones individuales. Desde el 22 de junio el periodista de la revista y portal Oxígeno, Armando Quispe, espera que le regresen su cámara fotográfica. El reportero, que no obstante se identificó como tal ante los policías manifestantes congregados en La Paz, fue despojado de su equipo y expulsado violentamente. Tres días más tarde, también en La Paz, su colega Miguel Zambrana, quien trabaja en el área de comunicación de la Vicepresidencia, fue brutalmente golpeado por parte de policías uniformados con el rostro cubierto con pasamontañas; estos lo acusaban de ser un “infiltrado” en la protesta, pese a que Miguel Zambrana portaba de forma visible su identificación de periodista.

Finalmente, Reporteros sin Fronteras tuvo conocimiento de otra agresión contra un equipo de Televisión Boliviana (principal cadena del Estado), ocurrida el 23 de junio en Santa Cruz, en la cárcel de Palmasola, durante un motín de policías que protestaban. Los periodistas, acusados por la muchedumbre de “minimizar la demanda de los policías”, debieron salir precipitadamente del lugar.

Fuente: El Mercurio Digital, España

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