domingo, 26 de agosto de 2012

ARGENTINA: El hombre que llevó la radio y TV a Malargüe

Cuando el hombre sueña tiene la esperanza de que se haga realidad, pero cuando esos mismos sueños están pensados en proyección en el futuro y en la necesidad de progresar pueden alcanzar dimensiones inusitadas.

Esto es parte de lo que logró Héctor Florencio Lucero (83), un pionero de los medios de comunicación en Malargüe, un radioaficionado por vocación que logró instalar la primera radio AM y llevar la TV al sureño departamento.

En la década del 50 cuando Malargüe era “un pueblito aislado”, don Héctor, que llegó desde San Rafael en 1954 por razones laborales junto a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), comprendió la necesidad de acortar las distancias con el resto del mundo para compartir ideas y culturas.

“Yo vine en el año 54 a Malargüe. Trabajaba para la CNEA, pero la fábrica estuvo dos años sin actividad y poco había para hacer  y eso me llevó a renunciar. Puse dos negocios, armaba radios, equipos y  los vendía, pero ya en 1948 había empezado por vocación, por gusto, a ser radioaficionado”, afirma de manera lúcida y con detalles Héctor, hombre que nació en 1930 y pudo formarse en la escuela de artes y oficios de San Rafael.

En esos años sólo se contaba en Malargüe con el servicio de telégrafos y correos, pero se carecía de teléfonos. Tampoco existían emisoras de radio. Hasta entonces sólo se escuchaban las chilenas, que incidían fuertemente en la cultura local en su expresión verbal, en sus costumbres y hasta en su historia.

A fines de 1962, Héctor Lucero armó un equipo transmisor con elementos propios y lo instaló en su casa particular N° 18 del barrio Atómico. Desde allí empezó a transmitir en forma experimental en la banda de los 1510 kilociclos. Primero irradiaba música, después charlas de tipo cultural, sanitario as y de interés general.

“En el 63 empecé armar lo que es hoy la LV19 Radio Malargüe en mi casa del barrio Atómico. En  motoneta su amigo Rubén Ingrata, iba hasta la fábrica Grassi para ver si hasta allí se escuchaba y nos avisaba.

Cuando la pasamos a la Municipalidad, ya tuve la gran colaboración de mucha gente, como Carim Rasso, Mario Alonso, Santiago Bardín, Julia Enríquez y muchos otros" recuerda Lucero, quien también fue el fundador de la primera AM de Andacollo ( Neuquén), de la hoy radio municipal de Catriel y colaborador de inicios de radio en Cutral-co, Tunuyán y La Consulta (San Carlos).

Pero su pasión por los aparatos técnicos y la intención constante de multiplicar voces y buscar nuevos horizontes, lo llevó a traer por primera vez la televisión al departamento.

“En esos años estaba Andrés Spasandin como dueño del canal 6. El era radioaficionado como yo y charlábamos de esos temas. Me dijo que iba a poner una pequeña base en el cerro Diamante y le dije por qué no probábamos si llegaba a Malargüe. Así fue que en mi casa, donde había un salón, la gente del barrio Atómico se reunió por primera vez a ver televisión y de ahí y por un corto tiempo hasta que los equipos se quemaron” destaca Lucero, quien también tuvo una intensa participación en la vida institucional, política, deportiva y social del departamento, ya que fue concejal del Partido Justicialista, creador del diario “Ecos de Malargüe”, corresponsal de la agencia de noticias Télam y hasta hace poco presidente del Consejo de adultos mayores, entre otras tantas actividades.

“En el 76 decidimos de reponer la señal de TV y formamos una comisión que se llamó “Pro restablecimiento televisión”. Así reiniciamos la actividad vendiendo unos bonos y con eso compramos un equipo a Mario Sini en San Juan, previo convenio con los canales 6, 7 y 9”, agrega.

Contar la historia de este pionero en el Sur provincial no puede hacerse sin hacer referencia a su intensa tarea e innumerables anécdotas como radioaficionado.

“Cuando llegué a Malargüe no había teléfonos, el ómnibus llegaba una sola vez por día a las 20, las rutas eran de tierra y en malas condiciones y esa situación hizo que el radio aficionado prestara un servicio importante".

“Recuerdo como una linda anécdota que un día me llamó el doctor Luskar para decirme que necesitaban oxígeno urgente para una chica de 11 años que estaba en el hospital. Entonces yo llamé por el equipo y se hizo presente, L8MSA Osvaldo Frusliet. Le dije que necesitaba oxígeno para una chica; él lo consiguió y lo mandó”, dijo.

Fuente: Los Andes, Argentina

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