Tanto la SER como la Cope han puesto sobre la mesa una hoja de ruta que pasa por prescindir de la producción local en favor de la regional, el cierre de las emisoras "insostenibles", la rebaja los costes salariales y, en el caso de la Cope, suavizar su carga política para evitar la fuga de oyentes.
El camino elegido por la cadena episcopal incluye una rebaja escalonada de los sueldos, con una horquilla de entre el 5 y el 12 por ciento (los colaboradores han firmado un recorte del 7 por ciento). El objetivo es ahorrar unos 3 millones de euros y estará en vigor un año. "La empresa se ha comprometido a guardar la parte del salario que se recorta para que los trabajadores lo recuperen al año siguiente y compensarles cuando haya beneficios", aseguró a este diario Fernando Giménez Barriocanal, consejero delegado de la Cope y gerente del Episcopado español.
En cuanto a la "reorganización de producto", la emisora participada por la Conferencia Episcopal apuesta por "suavizar los contenidos políticos", aseguró Barriocanal. La cadena, que se hizo un hueco entre los líderes de la mañana gracias a los comentarios políticos controvertidos de Federico Jiménez Losantos, ha decidido modular el tono de su programación para adaptarla al programa de deportes Tiempo de Juego, dirigido por el periodista Paco González.
El equipo de deportes, que Barriocanal fichó por 750.000 euros al año a la SER, aglutina una audiencia de unos 960.000 oyentes diarios, una cifra que dobla a programa como La linterna y que está por encima del programa que conduce Buruaga por las mañanas. Para evitar la fuga de audiencia, la Cope ha decidido reestructurar el producto, para que esté más en línea con el gusto de los oyentes, es decir, mantener la línea editorial de derechas, pero ser menos polémico. En este sentido, en el sector se rumorea que la tertulia de Buruaga se reducirá a la mínima expresión y le quitarán dos horas de programa en favor de Javi Nieves, una de las estrellas de la mañana de Cadena 100, la radio musical del grupo, que no tiene ninguna carga política. De momento, la cadena no ha confirmado estos cambios.
Reestructuración de la red
En cuanto al cierre de emisoras, Barriocanal ha reconocido que se prescindirá de las cadenas más pequeñas que sean "insostenibles" y que se concentrará la producción local. La publicidad local ha caído mucho en el último año, tanto por parte de las empresas como de la administración. Esta situación ha hecho que la información local sea insostenible y se apueste por la pro- ducción regional. Este camino ya lo recorrió Punto Radio a principios de año y el mes pasado la SER cerró en Cataluña algunos centros de emisión local, sustituyendo los contenidos por circuitos regionales que ofrecen también información de continuidad.La cadena del grupo Prisa, que ha anunciado un segundo ERE de 200 personas y prevé bajar los salarios un 10 por ciento, también ha puesto sobre la mesa la posibilidad de eliminar la mayor parte de sus corresponsalías y quitar horas de producción regional a las emisoras. La semana pasada anunció la repatriación de Javier del Pino, corresponsal en Washington, y no ha elegido a ningún sustituto. La SER ve cómo sus programas estrella pierden influencia y por eso ha fichado a Pepa Bueno, entre otros cambios.
Fuente: El Economista, España
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