Una importante emisora de radio (FM ARIES) debió suspender ayer su programación habitual a causa de las interferencias que venía sufriendo de la repetidora del Canal 7 de la televisión oficialista propiedad del Estado Nacional.
FM Aries de Salta
Los directivos de FM Aries, una emisora independiente, fueron categóricos a la hora de atribuir al Canal estatal la responsabilidad en las interferencias.
"Informamos a nuestros oyentes, que por las interferencias provocada por la señal de Canal 7, nos vemos obligados a levantar nuestra habitual transmisión hasta que cesen las interferencias del Gobierno Provincial hacia nuestra emisora". Así se repetía ayer en la emisora que dirige Mario Ernesto Peña.
A su turno, el ministro de Gobierno, Antonio Oscar Marocco, negó todos los cargos y expresó que "las interferencias indicadas por el Sr. Peña obedecen exclusivamente a la insuficiencia técnica de sus equipos de transmisión".
Más allá de esta incipiente polémica y con los pocos elementos de juicio puestos a disposición de la opinión pública, creemos oportuno fijar aquí nuestra posición que no puede ser otra que aquella que mejor defienda a la libertad de expresión y al pluralismo.
Si alguien tiene que ceder desde el punto de vista técnico o político, es sin duda la televisora estatal.
Sería absurdo (e inaceptable para los demócratas) que la instalación de una repetidora, más que estatal, gubernamental, polémica desde varios puntos de vista, sirviera aunque más no fuera de modo indirecto para silenciar, dañar o perjudicar a una emisora libre y a su audiencia.
Quienes seguimos de cerca la historia y el presente de la libertad de expresión en Salta, sabemos que el itinerario seguido por el mas poderoso grupo mediático/político de la Salta contemporánea (la expropiación del diario del Partido Peronista en 1955 y las maniobras que desde entonces pergeñaron sus beneficiarios para construir un monopolio periodístico), no es el único camino para conculcar las libertades.
Fuente: Noticias Iruya
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