Carbonell explicará en el Parlament la concesión de emisoras
El Partit dels Socialistes (PSC) salió ayer en defensa del presidente del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC), el también militante socialista Josep Maria Carbonell, por la polémica adjudicación de 83 emisoras de FM a través de un concurso en el que la jerarquía episcopal ha sido la principal beneficiaria. Carbonell pertenece a dos fundaciones del arzobispado de Barcelona -la Joan Maragall y la Blanquerna-, que ha logrado cuatro frecuencias para Ràdio Estel, emisora a la que el último Estudio General de Medios (EGM) da unos 8.000 oyentes.
Tras la ejecutiva del PSC, su portavoz, Miquel Iceta, negó que su partido haya intervenido a favor o en contra de algún grupo mediático. "No hemos perdido ni ganado ninguna emisora", comentó en tono burlesco. No obstante, aceptó la existencia de alguna empresa descontenta con el resultado de las adjudicaciones, teniendo en cuenta que se habían presentado 1.200 solicitudes para tan sólo 83 emisoras de radio.
Iceta rompió una lanza a favor de la independencia de los miembros del CAC y de su presidente, Josep Maria Carbonell, porque, comentó, el PSC "fue el autor" de la ley que regula el organismo.
Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya, los otros socios del tripartito, declinaron realizar comentario alguno sobre la controvertida concesión de frecuencias. Portavoces de ambas formaciones señalaron que darán públicamente su opinión mañana miércoles en la comparecencia parlamentaria de Josep Maria Carbonell. En este sentido, representantes de la formación republicana comentaron que esta comparecencia, a petición del propio presidente, le honra y supone un síntoma claro de transparencia del Consejo del Audiovisual.
No son de la misma opinión los dirigentes de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, que han convocado una manifestación para este sábado ante la sede del CAC para "reivindicar la libertad de expresión en Cataluña y la pluralidad informativa". El portavoz de C's, Jordi Cañas, se mostró ayer desconfiado ante las explicaciones que dará Carbonell porque "entiende su función como la de un censor" y utiliza el CAC "como un instrumento que ayuda a construir el imaginario colectivo nacionalista".
La oposición -CiU y el PP- se reserva la comisión parlamentaria de mañana para dar a conocer su opinión. Los nacionalistas están en contra del paquete de adjudicaciones que aprobó el CAC, pero niegan que ejercieran presiones sobre sus consejeros. De los tres representantes que tiene Convergència, dos se abstuvieron y uno aprobó las concesiones.
La ejecutiva del PP no abordó este asunto después de que ayer EL PAÍS publicara que su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, y el secretario general, Jordi Cornet, presionaron al consejero propuesto por su partido para que votara en contra, debido a que la Cope se quedaba sin dos frecuencias en Lleida y Girona.
Fuente: El País, España
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