¿Dónde reside el problema, en los molestos jóvenes marroquíes, o en los irrespetuosos holandeses? Con un debate en la capital marroquí de Rabat, Radio Nederland inició el fin de semana pasado sus emisiones en árabe. El secretario de Estado holandés, Ahmed Aboutaleb, les puso un espejo por delante, tanto a Marruecos como a Holanda.
Sanae el Aji, periodista del crítico semanario Nichane, hizo trizas el estereotipo holandés de que todos los árabes rechazan las caricaturas del profeta Mahoma. El Aji critica también a los medios de comunicación árabes que retratan a menudo a las mujeres occidentales como "fáciles y dispuestas". Los europeos, por su parte, deben escuchar las acusaciones de que consideran a Marruecos un país atrasado.
"¿Tienen teléfonos móviles en su país?" es una pregunta que escucha a menudo en Europa. A El Aji también le sorprendió que en el viejo continente se considere el pañuelo islámico sólo como un símbolo de represión.
El secretario de Estado holando marroquí Ahmed Aboutaleb, quien pronunció tanto el discurso de apertura como las palabras finales, señaló que Holanda se adjudica a sí misma un papel demasiado modesto.
Aboutaleb sostiene que el punto de vista holandés es vista holandés es de gran importancia. Los Países Bajos serán pequeños en lo que respecta a superficie y población, pero son la decimosexta economía del mundo. No es por nada que Holanda haya sido invitada a la Cumbre de países del G20, celebrada en Nueva York, agregó el político.
Y los hechos le dieron la razón. Holanda fue mencionada una y otra vez en el debate sobre medios de comunicación y estereotipos. El sindicato marroquí de periodistas manifestó críticas sobre "Fitna", el filme contra el Islam del político holandés Geert Wilders. "El extremismo conduce a más extremismo", era lo que se comentaba. También había preocupación por el trato que se daba a inmigrantes marroquíes en Holanda.
Tazas de té
Hassan Rachidi, de la emisora televisiva Al Jazeera, al que las autoridades marroquíes retiraron este año su acreditación como periodista, habló sobre el endurecimiento de las posiciones en Holanda.
Rachid trabajó durante veinte años en Hilversum, para Radio Nederland, y vio cambiar al país luego de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, y del asesinato del cineasta holandés Theo van Gogh.
Como ejemplo citó la dimisión forzada de la ministra para la Vivienda, Comunidad e Integración, Ella Vogelaar. Según Rachidi, la ministra no perdió su puesto por incompetencia política, sino por "beber demasiadas tazas de té con los marroquíes".
También surgieron preguntas sobre la influencia de las autoridades holandesas sobre Radio Nederland. Mohammed Abdulrahman, redactor jefe de la sección árabe, enfatizó que Radio Nederland es completamente independiente, a pesar de recibir apoyo financiero del Estado. Por lo tanto, también puede criticar al Gobierno, algo aún impensable en Marruecos, aunque en los últimos años este país se ha transformado en uno de los que más libertad de prensa goza en la región.
Oriente Medio y Magreb
Aboutaleb, que a partir del 1 de enero será el nuevo alcalde de Rótterdam, recalcó la importancia de las emisiones en árabe de Radio Nederland. "Los cambios producidos en Marruecos en los pasados años, especialmente la disminución de la censura, han dado un gran impulso a los medios de comunicación", afirma el político.
La redacción árabe de Radio Nederland emite todas las noches, horario europeo, hacia el Oriente Medio y el Magreb. El programa "Huna Ámsterdam" ("Aquí Ámsterdam"), ofrece noticias, análisis y comentarios sobre la región y Holanda. Quiere además servir de podio para orar por radio e Internet.
KADER Ahmed Aboutaleb
En Marruecos, Aboutaleb es una celebridad. La noticia de su nombramiento como alcalde de la ciudad portuaria de Rótterdam llegó a ser titular en la prensa marroquí.
Son muchos los que en Holanda veían a Aboutaleb como nuevo ministro de Vivienda e Integración. El político de origen marroquí aceptó el cargo de alcalde de Rótterdam pocas semanas antes que Vogelaar presentara su dimisión.
Al preguntársele si no estaba molesto por haber aceptado el cargo de alcalde, ahora que quedabas listo el puesto de Integración, Aboutaleb responde que él había dejado claro que no quería encargarse de la cartera de Integración en los Países Bajos.
Fuente: Portal de Radio Nederland
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