martes, 15 de junio de 2010

ARGENTINA: "FM Bajo Flores no podría estar en otro barrio, y el barrio no sería el mismo sin la radio"

La FM Bajo Flores es un proyecto de comunicación popular emplazado en medio de la villa 1-11-14. La emisora funciona, además, como un espacio de contención para el barrio a través de sus talleres, charlas y actividades, pero fundamentalmente porque es un producto hecho para y por sus habitantes.

Eduardo Nájera es fundador y uno de los referentes actuales de la radio. Nacido en el barrio porteño de la Boca en el seno de una familia peronista desde muy joven militó en la juventud del partido. “Cuando tenía 10 años, en 1973, mi papá que es peronista me llevó un día a pasear por la Plaza de Mayo y me mostró las paredes que están frente a la plaza con los balazos de los aviones que intentaron matar a Perón en 1955.
Recuerdo que me dijo: ‘eso lo hicieron los gorilas contra Perón’. Yo, con diez años, me imaginaba a los monos queriendo matar a una persona, porque tampoco entendía muy bien quién era Perón”, recuerda entre risa.
A principio de los 80 comenzó a militar más formalmente en Intransigencia y Movilización Peronista, “un grupo dinámico y revolucionario del peronismo que provenía del peronismo revolucionario de la década del 70 y allí fui conociendo compañeros y compañeras que volvían del exilio muchos de ellos”.

De aquellos años, Eduardo recuerda que la militancia tenía dos objetivos centrales: “por un lado terminar de echar a los milicos, la consigna era ‘luche y se van’, y por el otro luchar porque este peronismo, que es el de los trabajadores, llegué al poder para llevar adelante el proceso de liberación nacional al que apuntábamos”. En noviembre de 1982 llegó al Bajo Flores con la esperanza de contactarse con sacerdotes tercermundistas que venían haciendo trabajo en el barrio.

Por entonces, la dictadura militar había mermado la población de la villa 1-11-14, que había tenido un protagonismo muy grande en las movilizaciones sociales de los ’70.
“Hubo épocas en donde el Ejército rodeaba la villa y no entraba ni salía nadie ni a trabajar ni a estudiar, aunque presentaran el documento – explica – mucha gente fue secuestrada y permanece desaparecida, y muchos otros se aferraron al barrio”. “Fue una sorpresa muy grande porque cuando llegamos al barrio porque nos encontramos con un gran descampado y una Parroquia, que es la Santa María Madre del Pueblo y un cura villero, el Padre Rodolfo Ricciardelli, que fue quien nos dio la bienvenida al barrio”, recuerda. La integración de este grupo de militantes al barrio fue paulatina, desde abajo.

Entendiendo que no había nada que imponer, nada que explicar a sus habitantes, sino que el trabajo consistía más bien en escuchar, acompañar y contener, siempre al paso del más lento.
“La mayor satisfacción que tenemos hoy los más viejos es ver que la historia no se cortó – asegura - Ese fue un gran objetivo de los enemigos del pueblo, de los grupos de poder, que pretendían que la historia se corte, que los trabajadores –como decía Walsh- no tengan registro de sus luchas, ni pasadas ni contemporáneas.

Entonces es una alegría tremenda ver cómo los jóvenes asumen con compromiso este proyecto que es el de la FM Bajo Flores, que está vinculado a esta historia”.


Micrófonos para el Pueblo, de la radio al libro


Cuando la emisora cumplió diez años, integrantes del colectivo FM Bajo Flores lograron publicar “Micrófonos para el Pueblo”, un libro que refleja no sólo la historia de la radio, sino también del barrio. “Por el décimo aniversario decidimos que teníamos que hacer diez actividades, y una de ellas era escribir – cuenta Eduardo – empezamos a hacer reportajes a tipos históricos, como el padre Ricciardelli, y nos dimos cuenta de que la historia del Bajo Flores tenía que ser contada”.

El material se fue acumulando a tal punto que comprendieron que “ya podían hacer un libro”. “Pensamos escribir un libro donde el que lo pueda entender en cualquier parte que lo abra, por eso tiene tantos capítulos, que son como pequeños cuentos”, explica. Y agrega: “Otra cosa que también nos llevó mucho tiempo pero que no quisimos omitir son las cosas feas del barrio, porque hay muchas lindas, pero también hay de las otras y de la unidad de ambas es que nace el barrio”.

Por su parte, Bajo Flores recibió la iniciativa con los brazos abiertos: “Te cuento una anécdota. Hay una compañera de la radio que se llama Paola y actualmente labura en el CGP. Estaba atendiendo a las personas y cae una señora a hacer un trámite y cuando le pide los papeles la señora abre la cartera y tenía “Micrófonos para el Pueblo”. Paola le pregunta por el libro y ella le responde: ‘esto para mí es todo’.

Esta mujer es una vecina que nunca se acercó a la radio”.
Más allá del ejemplo, Eduardo afirma que “la mirada que tuvimos de gente de afuera del barrio, de intelectuales, de periodistas y de sociólogos fue muy buena, pero nosotros nos íbamos a quedar muy mal si teníamos solamente esa mirada. Nosotros queríamos que el libro lo lea un periodista y le guste, que lo lea un sociólogo y le guste, pero que lo lea un vecino y le encante”.

Fuente: Telam

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