lunes, 23 de abril de 2012

COLOMBIA: Radio Santa Fe, la radio de hoy, la radio de siempre!

Como lo dice un viejo lamento mexicano “Mi destino fue quererla”. La primera dama que exacerbó mis primeras pasiones de vida no fue una vecina, ni mucho menos una compañera de colegio. Fue una vieja radiola Phillips, con la que aprendí a querer, desde muy niño, la radio en donde hoy trabajo.

Ironías de la vida, diría mi madre. “Dios te pone las cartas en la mesa, pero tú eres el que decides barajar”.

Con esta frase en el bolsillo, me iba todos los días a estudiar sin saber que me sentaba en un pupitre para ser muchos años después un hombre de medios, más exactamente, un obrero de la radio.

Bordeaba apenas la adolescencia de mis once años cuando ya comenzaba a sentir la devoción que me ha acompañado durante los últimos 40 años de mi vida: la magia de la radio.

Mis primeros pasos

Al calor del mediodía me estremecían las voces de un Fernando Franco García, un José Pardo Llada o un Joaquín Marino López. En la tarde me divertía con los comerciales en vivo de don Eduardo Luna & Sepúlveda: “si su suegra es una joya, nosotros le tenemos el estuche:

Funeraria Santa Cruz”. Pero en el rigor de las mañanas, las cosas eran a otro precio. Mis escasos cinco sentidos eran todos para escuchar a don Efrén Yepes Lalinde, la voz que se instalaba en unos estrechos estudios de radio en Bogotá, pero que se daba el lujo de caminar por todo el planeta. Mi vida transcurría en el pequeño pueblo de Candelaria, muy cerca de Cali, todo un mar de miel y de panela. No sospechaba de lo que era Bogotá, pero aún así, ya tenía muy cerca de mi corazón a Radio Santafé, la radio de la gran ciudad.

Enamorado y con la Onda Corta

Don Félix Valderrama, era el único tendero que se atrevía a fiarle a doña Aura -mi inolvidable madre-, los pocos granos de arroz o el cuartico de lentejas con los que mitigábamos el hambre.Pero también de paso empezaba a alimentar en mí, este inveterado gusto por la radio. “Escuche para que aprenda”, me decía siempre, después de mostrarme el inventario de nuestras deudas. Eran los tiempos de la Onda Corta y la señal Radio Santafé galopaba por todos los pueblos de Colombia.

Un Almirante para la Radio

No conocí personalmente a Efrén Yepez Lalinde, la voz más admirada en la Colombia de los años 60s, pero sí tuve el privilegio de escucharlo y descubrir su talante como “Almirante de la Radio”. Al empezar o al terminar sus programa siempre sentenciaba: “Marinos de Colombia, buen viento y buena mar”. Cómo no contagiarse, cómo no arriesgarse, cómo no enamorarse, si ya Yepes Lalinde ya nos había señalado ese camino de la bienaventuranza. Desde entonces, Radio Santafe ha sido la radio de mis afectos, la radio que estruja mi corazón.

Nuestros nuevos desafíos

La Radio Santafe que hoy está cumpliendo 74 años, tiene ahora nuevos retos y también nuevas realidades. Nuestro portal www.radiosantafe.com, es uno de los web site más visitados de Colombia por los internautas que buscan noticias de Bogotá, y su “real-audio” es hoy uno de los más escuchados por las audiencias colombianas que se desparraman por el mundo.

El equipo periodístico del que hacen parte jóvenes y veteranos de muchas batallas, como Edgar Julio Montenegro, Ariel Cabrera, Jose Luis Ramírez, y César Augusto (con mucho gusto) es hoy uno de los mejor calificados de la ciudad. La última investigación de medios de la Universidad de la Sabana revela que cuando los bogotanos se quieren informar a través de la radio, una de las tres estaciones más sintonizadas es Radio Santafé 1070 en AM.

Por eso, esta radio, imparcial e independiente, no solo fue la radio de ayer; también es ahora la radio de Hoy, y me atrevería a pensar –con el permiso de las emisoras colegas- que seguirá siendo la radio de siempre.

Por Jairo Pulgarín
Director General


Fuente: Radio Santa Fé, Colombia

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