miércoles, 11 de mayo de 2011

ESPAÑA: COM Ràdio en la cuerda floja

En las últimas semanas la patronal de radios privadas de Cataluña ha clamado por el cierre de COM Ràdio, la cadena de emisoras municipales de la comunidad. En Vivoradio analizamos los argumentos a favor y en contra de esta cadena, así como su función social.

Este análisis resulta de especial interés, teniendo en cuenta que Cataluña es la autonomía con más tradición de emisoras locales y mayor historia radiofónica de toda España.

La Associació Catalana de Ràdio (ACR) envió el pasado mes de abril un informe jurídico al Secretario General de la Presidencia de la Generalitat de Catalunya, Francesc Homs, pidiendo limitar el papel de la radio pública en el sector.

El documento, que aboga por reducir la presencia de emisoras públicas y su captación de recursos publicitarios, hace una mención expresa de COM Ràdio, cadena para la que pide su desaparición. Según esta organización que aglutina a las emisoras comerciales de la comunidad catalana, COM Ràdio tiene “la pretensión de convertirse en nueva cadena pública pseudomunicipal” y cree que, de acuerdo con la legislación vigente, la COM “no está admitida legalmente como cadena pública”.

El conflicto por la existencia de COM Ràdio viene de lejos. La marca nació en 1995 como agrupación de emisoras municipales catalanas, amparada por la Diputación de Barcelona. El concepto de COM Ràdio fue proporcionar una señal en cadena fuerte, para cubrir las horas que las emisoras municipales no podían producir con contenidos propios.

Con el tiempo, COM Ràdio se ha convertido en una cadena convencional, difundida a través de más de un centenar de sintonías locales. Aunque ciertamente, su señal no está amparada por la estricta legalidad: ofrece contenidos sindicados, pero la ley prohíbe a las radios locales que creen cadenas encubiertas.

La audiencia de la COM

A lo largo de su historia, COM Ràdio ha contado con locutores de renombre para sus programas principales, como Elisenda Roca, Silvia Coppulo, Josep Cuní, Joan Barril o Gloria Serra. Pese a ofrecer una programación muy competitiva, apoyada por el músculo técnico y humano de sus decenas de asociadas, muchas de ellas radios con implantación histórica en sus territorios, la audiencia de la cadena siempre ha obtenido resultados discretos. El último EGM, el de la primera oleada de 2011, otorgaba 52.000 oyentes a la COM, aunque esta cifra habría que sumar los resultados individuales de cada marca local.
El modesto dato del EGM está parejo con la audiencia del Baròmetre de la Comunicació, el estudio sobre medios que la Generalitat ha encargado en los últimos años, y que otorga 81.000 oyentes a la COM.

La competencia de la COM: publicidad

¿Por qué la ACR ve COM Ràdio como una amenaza a su negocio? El resultado del consorcio de radios locales apenas supone una décima parte de la audiencia que obtienen otras grandes cadenas generalistas en Cataluña (576.000 oyentes RAC1, 447.000 oyentes la Cadena SER, según el último EGM), pero para las radios comerciales COM es un símbolo a combatir en dos aspectos: el de la asignación de publicidad en el entorno local y el del dominio político.

El primer punto resulta de difícil contabilización. La mayoría de emisoras asociadas a la COM son radios locales de municipios pequeños o medianos (menos de 25.000 habitantes). Estas frecuencias captan recursos publicitarios que con poca probabilidad irían a los postes de las grandes cadenas comerciales, con coberturas más amplias.

Pese a todo, la ACR denuncia que la doble financiación de las radios públicas (subvenciones y publicidad, en muchos casos institucional) las deja en desventaja y por eso reclaman al gobierno autonómico que decrete una supresión progresiva de la publicidad: “precios públicos tasados y limitación a 2 y 1 minuto por hora, en un periodo de adaptación de dos años“.

La competencia de la COM: influencia política

El otro gran asunto de controversia acerca de la existencia de COM Ràdio en el dial catalán se refiere a su discurso ideológico de izquierdas. Ya que fueron la Diputación de Barcelona y los municipios de hegemonía socialista sus grandes impulsores, siempre se ha asumido que la cadena defiende los idearios del PSC (Partit dels Socialistes de Catalunya).

Por eso, el nuevo gobierno de la Generalitat, de Convergència i Unió, podría ser más favorable a desmantelar la cadena. El argumento para cerrar COM sería evitar el gasto que supone mantener dos servicios públicos, porque en Cataluña ya existen los medios de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, además de RNE4 (con 6.000 oyentes y presupuestos a cargo del Estado). Pero desactivar la COM resultaría problemática ya que la cadena de radios municipales no está bajo el control directo del ejecutivo autonómico.

Cerrar la COM para limitar la esfera pública

El director general de COM Ràdio, Francesc Triola, pone el informe de la ACR en el contexto del reciente interés por destruir otras parcelas del trabajo público, como está sucediendo en la sanidad y la educación. Según Triola en declaraciones a Catalunya Press, la denuncia de la ACR obedece al ansia por “quedarse con las frecuencias de COM Ràdio”.

Para combatir el ataque de la ACR, algunas emisoras de la COM han decidido coordinarse en una comisión que defenderá el papel de la radio pública local. El nuevo órgano buscará resaltar que estas radios son una “herramienta necesaria e imprescindible para la pluralidad informativa y en defensa de la democracia”.

¿Es la COM un emblema de la lucha partidaria o del esfuerzo por promover un servicio público? Ya en enero, 150 emisoras asociadas suscribieron un manifiesto para reivindicar el papel de la radio local como elemento esencial para la comunicación de proximidad y garantía del derecho a la información y la pluralidad democrática. Estas radios emplean actualmente a entre 500 y 600 profesionales. Silenciar los medios locales sería “el primer paso para evitar que la opinión pública “conozca actuaciones y políticas que pueden significar un notable retroceso social”, expuso el documento.

Fuente: Noticias VivoRadio

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