La libertad y el ejercicio libre del periodismo mueven a la radio. Esta semana un puñado de las más importantes emisoras con sede en Quito se juntaron para hablar.
Ya no importa quien haya lanzado la idea. La iniciativa fue bien acogida por los principales conductores de los más sintonizados noticieros radiales y la suma arroja una gran fuerza por la libertad.
El 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Expresión fue fecha especial. Justo cuando el poder político amenaza su pervivencia.
En esa ocasión la sorpresa tomó de imprevisto a los oyentes. Muchos no suponían que periodistas de la talla ,el esfuerzo y el profesionalismo que diariamente compiten en medios privados e independientes de radiodifusión se hayan juntando cediendo propios programas en un espacio común.
Allí estaban Diego Oquendo y Gonzalo Rosero, Carmen Andrade, Wilson Moposita y mi compañero de micrófonos y director de Ecuadoradio, Miguel Rivadeneira. Las ondas de Radio Visión, Democracia, Sonorama, Radio Quito y Platinum se juntaron.
El martes, un mes después del primer encuentro, las emisoras volvieron a abrir sus ondas.
A los nombres citados se sumaron para esta segunda jornada, Estéfani Espín y Marcelo Dotti, ellos tiene sus programas habituales en FM Mundo y Radio Sucesos.
Las voces de la radio son familiares para miles de ecuatorianos. Son historia y presente del periodismo, son referentes.
Todos fieles a su estilo se expresaron con libertad y comentaron los temas relativos a la Ley de Comunicación que tramita la Asamblea. Cabe recordar que hace algún tiempo fue imposible caminar en el poder legislativo con un proyecto de ley de consenso. Antes tres proyectos diferentes se habían presentado empezando por el oficialista que tenía como meta el control y sanción de los contenidos de los medios.
En diciembre de 2009 surgió un acuerdo ético-político para excluir a los poderes de un Consejo de Comunicación. Se trata de que no sean juez y parte, que no haya representantes del poder político ni de lo que llaman los podres fácticos. En su tiempo el Presidente denostó el acuerdo legislativo que reunía a todas las bancadas, inclusive, por supuesto, la de Alianza País.
Hoy las cosas han cambiado, los legisladores deberían volver a tratar los temas a la luz de la consulta y sus resultados tomando en cuenta que hay una parte importante del país que no aprobó la propuesta del Ejecutivo.
En democracia ser plural y abierto es una demanda esencial y una Ley de Comunicación debe observar los acuerdos internacionales en materia de derechos humanos (la libertad es uno de ellos) que ha suscrito el Ecuador.
Buscar en los medios la dicotomía fascistoide de amigo-enemigo para señalar en la prensa al opositor político ausente es tan absurdo como maniqueo. Cosas del hiper poder que padecemos.
Fuente: El Comercio, Ecuador
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