martes, 28 de septiembre de 2010

ARGENTINA: Radios comunitarias en Córdoba: “Hay que salir a ocupar el 33%”


Radios comunitarias en Córdoba: “Hay que salir a ocupar el 33%”Por Carla Montanari Las radios comunitarias fueron desde siempre, proyectos difíciles de sostener en el tiempo. Con la anterior ley de radiodifusión, este tipo de medio era considerado ilegal, y sólo los emprendimientos privados o estatales podían acceder a licencias en el espacio radioeléctrico.Con la aprobación de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el panorama cambió. Todas las entidades sin fines de lucro pueden ser titulares de licencias y se reservó el 33 por ciento del espectro radioeléctrico para su desarrollo. En este marco, proyectos que antes eran impensados comienzan a tomar forma y a desarrollarse con energías renovadas, y con la tranquilidad de que cualquier medio que surja a partir del 10 de octubre de 2009, está contemplado en la nueva ley.
CbaNoticias tuvo la oportunidad de dialogar con miembros de cuatro radios comunitarias de la provincia de Córdoba: La Quinta Pata de San Vicente, La Ronda de Colonia Caroya, Che Radio de barrio Ampliación Yapeyú, y La Tortuga de Alta Gracia. Cuatro emprendimientos que se encuentran en muchos puntos, y se diferencian en otros. Cuatro mundos distintos con ganas de hacer algo nuevo.

Nuevos aires de radio

Una de las primeras preguntas que surgen al dialogar con representantes de estos medios, tiene que ver con su nacimiento y sus primeros objetivos. La Quinta Pata, conformada por vecinos de los barrios San Vicente, Maldonado, Müller y Renacimiento, surge, por un lado, a partir de una iniciativa de la Biblioteca Popular Julio Cortázar, y por otro, del proyecto de dos estudiantes de la carrera de comunicación social que están realizando su tesis de grado.
Desiré D’Amico, integrante de la radio de San Vicente, relata: “Durante el 2009 los chicos que hacen la tesis empezaron a convocar gente de acá y de barrios cercanos, porque hacer una radio implica una gran movilización de recursos, de tiempo y de gente”.
En cuanto a los objetivos principales del medio, Desiré comenta que la radio está abierta y que, evidentemente, su idea de comunidad es amplia e inclusiva de la multiplicidad y la heterogeneidad que hay en los barrios.
Sin embargo, también explica que poseen una línea editorial que desean privilegiar y a partir de ello hacer reflexiones más críticas. “La idea de la radio es que se inserte comunitariamente, que sea un lugar que potencie los trabajos de las organizaciones y que fortalezca la trama asociativa del barrio, que se conozcan las historias de los barrios”, explica la integrante de La Quinta Pata.
La Radio La Ronda, de Colonia Caroya, tiene una historia similar. Desde julio del año pasado, algunos integrantes de la biblioteca popular de la ciudad comenzaron a trabajar en la idea de formar una radio, y en marzo de 2010 lograron salir al aire.
“Vimos la necesidad de que existiera un medio alternativo, que no bajara la misma agenda de noticas que manejan todas las radios locales de Jesús María y Colonia Caroya. Queríamos que otras voces se escucharan, y además teníamos ganas de radio”, refiere Mariano, miembro de La Ronda.
En el caso de Che Radio, la idea es más reciente y data de mayo de 2010. Romina Depetris cuenta a CbaNoticias que durante el último encuentro de un taller de comunicación popular, organizado por la Escuela de Ciencias de la Información de la UNC, llegó un grupo de chicos de barrio Ampliación Yapeyú, que tenían muchas ganas de armar una radio y ya tenían la casa para instalarla.
“Estos pibes están nucleados alrededor de un comedor comunitario, que se llama Luz de cielo. Uno de ellos es hijo de la persona que coordina el comedor, son pibes que quieren hacer cosas por el barrio desde chicos. Y sabían que estábamos haciendo el seminario, y que ahí había un montón de gente que sabía, y ese día fueron y nos dijeron: nosotros ya tenemos la casa, así que vengan y empezamos a armar la radio”, comenta Eluney Ottobre, otra integrante de Che Radio.
La idea principal de los miembros de este nuevo medio es crear un espacio abierto para que participe el que quiera. Eluney puntualiza que el objetivo político es distinto al de una radio convencional, ya que aquí se busca tender lazos sociales, fortalecer relaciones y revalorizar los espacios.
“Cualquier iniciativa que tenga que ver con la participación y con cristalizar una identidad barrial que ya existe da mucho dinamismo. Queremos que la gente del barrio recupere los espacios públicos, su identidad y su vida barrial, nosotros no imponemos nada, queremos que ellos la encuentren y se sientan orgullosos de eso”, revela la joven.
Por su parte, La Tortuga tiene una historia diferente. Pablo Rodríguez cuenta que esta radio nació en octubre de 2008 como una empresa privada, que tenía dueños y empleados que cobraban sueldos. Sin embargo, en noviembre de 2009 comenzaron a evaluar la posibilidad de constituirse como cooperativa. Quienes en ese momento trabajaban en el área de contenidos intervenían permanentemente en la decisión de los temas a tratar y del tipo de tratamiento otorgado.
“La apuesta fue cambiar de forma y empezar a tomar decisiones entre todos. Los que éramos empleados corríamos el riesgo de que nuestros ingresos se disminuyeran, pero el desafío era, en lugar de repartir una misma torta entre más gente, aumentar el tamaño de la torta para que el reparto nos dejara la misma cantidad, sosteniendo una línea de trabajo”, explica Pablo acerca de la constitución como cooperativa.
En relación a sus proyectos, Rodríguez manifiesta que La Tortuga nace con un perfil periodístico progresista, buscando ser una radio fresca, joven y que pise fuerte con lo que diga. “Nuestra idea tiene tres patas: ser una herramienta de transformación social, aportar desde ese lugar a la construcción de algo nuevo y profesionalizarnos como trabajadores”, detalla Pablo.

Construyendo una radio comunitaria

Una de las grandes dificultades que poseen las radios comunitarias cuando comienzan con sus tareas, es la adquisición de los equipos necesarios para poner al aire este tipo de medio. Antena, transmisor, consola, computadoras, las radios relatan cómo se las ingeniaron para conseguir estos aparatos.
CbaNoticias: –¿Cómo fue el proceso para adquirir los equipos?
Che Radio: –Nosotros somos de la idea de que la radio comunitaria hay que hacerla con otros, vos pertenecés un lugar y tenés que laburar con un montón de gente. Entonces, descubrimos que el pastor de la iglesia, que está a dos cuadras de la casa que alquilaron los chicos para instalar la radio, tiene una antena grande. Fuimos, hablamos con él y nos dijo que sí, que la usemos. La única condición es que paguemos la diferencia que haya en la boleta de la luz. Así que ya tenemos la antena, y una computadora que nos donaron hace dos semanas. Ahora estamos recaudando fondos para comprar la consola y el enlace.
La Quinta Pata: –Fuimos de a poquito construyendo todo y viendo lo que necesitábamos. Ya teníamos el lugar que es una habitación de la Biblioteca Cortázar. Una vecina tenía una antena de radioaficionados que ya no usaba, y nos la donó. Un día la trajimos, contratamos a un antenero y nos instaló la antena en una tarde. Este año también nos presentamos a un concurso y ganamos en comodato la consola y una computadora. Y el transmisor también fue una linda experiencia porque para lograrlo dos compañeros fueron a un taller para construir transmisores organizado por la red nacional de medios alternativos. Así que compramos todo lo que hacía falta y lo armaron ellos. Eso estuvo buenísimo porque el transmisor es una de las cosas más caras.
La Tortuga: –Nosotros, por suerte, no tuvimos que dar ese primer paso, porque veníamos con la facilidad de que los dueños iniciales de la radio habían comprado los equipos. Nuestro desafío está en cómo mantener y sostener estos equipos ahora porque todos los meses hay algo que se rompe. Estos aparatos tienen casi dos años, algunos ya piden renovación.

El trabajo desde adentro

Otra de las aristas a discutir en la construcción de un medio alternativo es la organización interna, tanto a nivel de contenidos como en relación al equipo de trabajo. Al respecto, Pablo de La Tortuga explica que su funcionamiento tiene las características de una cooperativa de trabajo: actualmente son 10 socios y cada uno forma parte del área que le interesa.
“Somos tres periodistas, que estamos en el área de contenidos, en el área técnica hay un técnico en radio y un licenciado en recursos humanos que se maneja en cuestiones de sonido, hay una contadora que se encarga del área administrativa, y dos compañeros que están en lo comercial, son responsables de toda la cuestión de venta. Además, el licenciado en recursos humanos está a cargo de personal. Es una forma que nos ayuda a ordenarnos, para que no todos metamos la nariz en todo, y que haya un responsable”, detalla Rodríguez.
Con respecto a los contenidos, el miembro de La Tortuga comenta que la grilla actualmente no está completa, pero que cuentan con dos magazines, uno a la mañana y otro a la tarde, un programa de primera mañana, un espacio de música latinoamericana y otro de rock.
El caso de Che Radio es diferente, ya que todavía están en la etapa inicial de búsqueda de los equipos, y no han llegado a la instancia de distribución de roles ni de armado de programación. No obstante, Milagros Sánchez Malo comenta que las propuestas para tener programas nunca faltan, hay gente que quiere tener su programa de deportes, de folclore, de cocina.
La Quinta Pata nació en 2009 y, por esa razón, ya han tenido discusiones sobre estos aspectos. Desiré apunta que los miembros se reúnen todas las semanas y debaten los principios que tienen como radio y su línea editorial. “Evidentemente tenemos un posicionamiento sobre ciertos temas, que queremos también traducir en la programación”. Por ello, La Quinta Pata ha redactado principios y ha desarrollado su organización por áreas: programación, comunicación, formación, financiamiento, mantenimiento y cuestiones técnicas.
Actualmente son 12 miembros que han aportado sus proyectos para ir completando la grilla. D’Amico especifica: “Ya tenemos un programa de deportes; otro de viajes por América Latina, un programa propio de la radio, institucional; un programa vecinal de los barrios, uno de la agenda cultural en Córdoba. Y, además, uno de un colegio secundario, el CENMA, que ha desarrollado talleres de comunicación enlatados para transmitir en radios”.
Por su parte, Mariano de La Ronda también describe que todavía hay horarios en los que no hay programa, pero ya poseen producciones propias y también transmiten programas enlatados. En cuanto a su organización interna, explica que las 20 personas que forman parte del colectivo están divididas en distintos trabajos: operadores, programación y capacitación.

Nueva ley, nuevos desafíos

Todos los entrevistados coinciden en el apoyo pleno a la nueva ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. A cada uno de estos emprendimientos le ha favorecido, de modos diversos, la aprobación de la ley SCA.
En este sentido, Mariano de La Ronda relata: “Después de que conseguimos el transmisor, justo en ese momento había que llenar la planilla del censo, que en ese momento hacía lo que era el Comfer, ahora AFSCA, era un relevamiento de medios. Y ahí pedimos la licencia, el proceso fue simple. De hecho,  una de las consecuencias de la aprobación de la nueva ley es el surgimiento de la radio, es un reclamo que se venía haciendo hace años, con respecto a la situación de las radios comunitarias”.
Para Che Radio, el beneficio está, sobre todo, en la libertad para trabajar. “Hay una cuestión de relax en el marco de la nueva ley, uno ya labura con otros tiempos sabiendo que no va a venir la cana a levantarte los equipos. Trabajamos con otra cintura porque sabemos que no nos la van a sacar. Lo que sí tenemos claro es que hay que salir a ocupar el 33% de espacio que nos toca a las organizaciones sociales, nadie va a venir y nos va a regalar nada”, enfatiza Eluney.
El equipo de La Quinta Pata debatió desde el principio el tema de la nueva ley de medios audiovisuales, y en el momento del censo de medios discutieron cada ítem de los formularios a llenar.
A partir de ello, Desiré opina: “Por supuesto que la ley es positiva, pero el desafío que tenemos las radios comunitarias es el del financiamiento a futuro, porque implica gastos de electricidad y mantenimiento. Tenemos muchas ilusiones, muchas expectativas, pero creemos que a lo mejor se debería prever a futuro una estrategia de financiamiento para poder sostener este tipo de emprendimientos”.
Los debates son infinitos y las posiciones pueden ser múltiples, pero en buena hora que se desarrollen, y que ese 33% sea ocupado por todos aquellos que, como La Tortuga, Che Radio, La Ronda y La Quinta Pata, tienen ganas de hacer radio.

Fotografías: Cortesía Radios La Ronda, La Quinta Pata y Che Radio
 

Fuente: Córdoba Noticias, Argentina http://www.cbanoticias.net

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