En agosto de 1920, la radiodifusión daba sus primeros pasos en la Argentina, a partir de entonces, la radio se iba a convertir en compañera inseparable de millones de personas, y muchos personajes entrañables llegarían a Los hogares de todo el país dejando huellas indelebles. Sin duda, uno de ellos es Fernando Bravo, que lleva más de cuatro décadas entrando en nuestras vidas y llenando horas de trabajo o de descanso con su compañía, a veces seria, a veces divertida, siempre leal, y honesta, siempre apelando a la lógica y junto al corazón.
Desde los primeros pasos hasta hoy, Fernando Bravo evoca en este libro programas, amigos, compañeros y maestros, anécdotas reveladoras, aciertos y errores, risas y llantos, junta con reflexiones que comparte con generosidad y que constituyen verdaderas lecciones, de radio y de vida.
“Un instante antes de decir al aire La primera palabra, una certeza se impone en mi cabeza: me si ento bien porque tengo el raro privilegio de hacer lo que más me gusta”. Fernando Bravo
Fernando Bravo (San Pedro, 1944) vino al mundo como Alberto Fernando Pochulu y fue bautizado con el nombre que lo hizo popular en el programa que marco su debut en la televisión: La campana de cristal (1969). Aunque hacía radio desde dos años antes, fue entonces cuando su carrera despegó hasta alcanzar un gran reconocimiento en ciclos televisivos inolvidables como Alta tensión (Canal 13, 1971 1972), Mesa de noticias (ATC, 1983), 20 mujeres (ATC, 1985), Siglo XX (Telefé, 1991 1995) y El precio justo (Azul TV y Canal 13, 1999 2000), entre otros; y en celebrados programas radiales: Siempre Rivadavia (Rivadavia, 1976 1979), Bravo 1030 y Qué te parece (Del Plata, 1995 2008), Bravo Continental (Continental, desde 2009) y una larga lista de éxitos de sintonía. A lo largo de más de cuarenta años de actividad, ha cubierto desde la locución comercial hasta la conducción de cic los radiales y televisivos de interés general. Es un referente de su profesión y ha merecido distinciones coma La Cruz de Plata Esquiü, el premio Bnai Brith por su contribución a la defensa de los derechos humanos, cinco Martín Fierro y, entre otros, el Konex como animador de la década, en 1991.
Fuente: Aquí Show, Argentina
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