ESPAÑA: El Ayuntamiento de Barcelona quita las antenas piratas del Tibidabo

La torre emitía la señal de cinco radios y una televisión ilegales

El Ayuntamiento de Barcelona empezó a desmontar ayer uno de los centros históricos de la piratería audiovisual en Barcelona: el Bar Marisa, un local situado en el Tibidabo que hasta ahora acogía una potente torre de comunicaciones ilegal, desde la que actualmente estaban emitiendo un total de cinco emisoras de radio y un canal de televisión.

 

Las radios Bomba Latina y Más Brasil y el canal XelixTV son tres de las emisiones piratas que han dejado de salir al aire desde este centro ilegal del Tibidabo, que había llegado a dar servicio de alquiler de frecuencias a una veintena de emisoras piratas, lo que da una idea del negocio, ilegal, que proporcionaba.

El Bar Marisa ya tenía abierto un expediente de cese de actividades y otro sancionador por parte de la Secretaria de Mitjans de Comunicació de la Generalitat, pero el cierre ha sido posible por un procedimiento administrativo paralelo que no permite las artimañas legales que suelen utilizar los dueños de estos centros, para así eternizar la situación de ilegalidad. Y este procedimiento paralelo que ha facilitado el desmantelamiento del Bar Marisa es que no cumplía con la normativa urbanística, ya que no disponía ni de permiso de obras ni tampoco la licencia de actividad.

«La vía de cooperación con el Ayuntamiento es muy efectiva, ya que nos permite buscar en estas empresas ilegalidades paralelas a las audiovisuales, como son las urbanísticas», explica Carles Mundó, secretario general de Mitjans de Comunicació. Mundó considera un éxito el cierre «de un icono de la ilegalidad radiofónica en Catalunya», y que este es «un aviso» para el resto de empresas similares: «No pararemos hasta cerrar todas las emisiones ilegales, como ya se ha hecho con un centro emisor en Tarragona, hace un año, y el de la calle Costa Rica de Barcelona, hace un mes», recuerda.

SATISFECHOS / Desde la Associació Catalana de Radiodifusió (ACR) se muestran satisfechos por este cierre, pero siguen reclamando que se aplique una normativa más estricta para evitar que los expedientes administrativos de cierre se eternicen. «Nosotros ya habíamos presentado denuncias contra este centro del Tibidabo, pero su cierre no ha sido debido por la ocupación ilegal del espectro radiofónico, sino porque el local no tenía una serie de licencias, ambientales y urbanísticas que exige el Ayuntamiento de Barcelona», remarca un portavoz de la ACR.

Fuente: El Periódico, España