martes, 25 de enero de 2011

La 'radio de paz' en Somalia

Joana Socías | Nairobi


Las ondas somalíes siguen vivas. Más de dos décadas de conflicto y la amenaza de los 'talibán africanos' no han conseguido doblegar el amor de los somalíes por la radio, el principal medio de comunicación e información del país considerado paradigma de los estados fallidos.

Desde su nacimiento hace diez meses, Radio Bar-kulan desafía la prohibición de Al Shabab de difundir música y deportes en sus ondas, dos asuntos que paradójicamente son sus puntos fuertes y de mayor reclamo.

A pesar de que su principal objetivo es "promocionar la paz y la reconciliación de los somalíes", como asegura a EL MUNDO.es Farah Lamaane, redactor jefe, la esencia de la emisora es proporcionar "información y entretenimiento" a una sociedad hastiada de la violencia, la guerra de clanes y el yugo islamista. "No tocamos demasiado los asuntos de política. Y precisamente eso es lo que nos hace únicos", sostiene Lamaane desde el cuartel general de la emisora, situado en Nairobi, capital de Kenia, donde se coordina y produce la programación, que se difunde por satélite a Somalia.

En menos de un año, la radio se ha convertido en la tercera más escuchada de Somalia, donde en los últimos meses Al Shabab ha 'tomado' al menos tres emisoras, ahora al servicio de los islamistas.

 

El éxito de la radio rebelde es el fútbol


Según una reciente investigación realizada en el país, el 52% de los consultados aseguró que sintonizaba su frecuencia a diario y un 14% afirmó que lo hacía al menos tres veces por semana. Su éxito, aseguran fuentes de la emisora, es haberse negado desde el principio a obedecer la orden de los islamistas y a atreverse a retransmitir todos los partidos del Mundial, incluida la final en la que España se hizo con la copa del mundo, pese a las amenazas de muerte.

En su despacho de Nairobi, Abdirashid Abdi Ahmed, responsable del programa de deportes, prepara a conciencia la cobertura de la recién empezada liga somalí, que ha reaparecido en 2011 tras cuatro años de ausencia a causa de la violencia. "Cubro todas las competiciones locales. A mis oyentes les encanta el fútbol local e internacional. Me mandan correos electrónicos agradeciéndome mi trabajo", asegura este joven que no se deja amedrentar pese a que vio con sus propios ojos cómo su jefe de Radio Shabelle [segunda emisora más escuchada en Somalia] fue asesinado por no someterse al dictado de los radicales.

"Informar sobre deportes no es sólo una cuestión de entretenimiento. Es una reafirmación y una manera de decirle a Al Shabab que no nos dejaremos doblegar por sus dictados", asegura a EL MUNDO Steve Turner, director de la emisora que emplea a medio centenar de somalíes, dentro y fuera de Somalia, con corresponsales en los principales países de la diáspora e incluso en el campo de refugiados keniano de Dadaab, que alberga a unos 300.000 refugiados, llegados desde la cercana frontera.


Los periodistas están amenazados


Durante 16 horas al día, Radio Bar-kulan - que significa punto de encuentro en lengua somalí- retransmite información y entretenimiento en Mogadiscio, con ambiciosos planes para extenderse y echar raíces en Somalia, donde la ausencia de garantías de seguridad así como los problemas de infraestructuras como electricidad e Internet impiden su presencia.

Pese a estar en zona segura, la localización de su cuartel general en Nairobi se guarda con celo debido a las continuas amenazas que sufren todos sus periodistas, que mantienen su identidad secreta además de cambiar sus rutinas con frecuencia para despistar al enemigo.

"No decimos los nombres ni tampoco ponemos las voces en antena de nuestros [14] corresponsales en Somalia. Nos mandan los textos y los locutamos desde aquí [Nairobi]", explica Lamaane, a quien no le da miedo difundir su nombre. Sabe que a los ojos de los radicales islámicos es un "criminal" y un "infiel".

Hace apenas una semana, Al Shabab dejó claro su odio hacia Radio Bar-kulan al emitir una condena pública contra la emisora por "difundir y escribir noticias que merman la reputación del grupo [islamista]". Según el portavoz de Al Shabab, Ali Mohamud Rage, las noticias de Bar-kulan son "falacias y propaganda" cuyo objetivo es "derribar" a los radicales.

Se refería el portavoz de los radicales a las noticias sobre la actual sequía que azota Somalia y sobre la negativa de Al Shabab de permitir la circulación libre de ayuda humanitaria en el país, así como a la ausencia de garantías a la seguridad de las operaciones humanitarias y las amenazas a la integridad de los trabajadores sobre todo en el sur y centro de Somalia, las regiones más afectadas por la actual ausencia de lluvias.

Fuente: El Mundo, España

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