sábado, 29 de enero de 2011

MEXICO: Radios comunitarias, en amplitud modulada

La migración digital de la radio implica, entre otras oportunidades tecnológicas y más allá del estándar que se emplee en México para llevarla a cabo, la apertura de más espacios para trasmitir. Por ejemplo, donde ahora transmite una estación de frecuencia modulada podrían transmitir tres, lo que conlleva a la pregunta de qué es lo que el gobierno federal hará con tales espacios disponibles; lo mismo sucede con las frecuencias de amplitud modulada que se están dejando de usar como parte de la transición. Junto con esto también habremos de conocer la política oficial con que se apoyará, para estas adaptaciones tecnológicas, a los medios públicos y a las emisoras culturales, indigenistas y comunitarias. Sobre esa base las autoridades correspondientes irán tomando decisiones durante los próximos meses.

Entre otras, una a la que me refiero enseguida tendrá la relevancia de reconocer (o no) a las radios comunitarias que operan con permiso para que éstas ocupen parte de los espacios disponibles que arroje la transición digital, y es que en modo alguno considero adecuado que todos éstos sean asignados, de manera automática, a los particulares que ahora tienen la concesión para difundir en una sola frecuencia.

Hace seis años, al otorgar más de una decena de permisos de operación a las radios comunitarias, y al hacer lo mismo con varias otras emisoras a comienzos del año pasado, el gobierno mexicano reconoció que éstas son otra alternativa en el ejercicio de la libertad de expresión en México y que su funcionamiento es parte de los derechos de las audiencias para recibir una oferta variada y plural que no se halle sólo circunscrita a los medios de índole comercial y público y, sobre todo, que atienda las necesidades específicas de cada región dado la función social que se despliega desde las emisoras comunitarias. En  suma, me parece que es deseable y posible que a las radios comunitarias que tienen permiso se les asigne las frecuencias de amplitud modulada que queden disponibles, como parte de una estrategia donde también se incorporen otras opciones culturales, universitarias e indigenistas. En ese sentido, las frecuencias moduladas podrían formar parte de un mercado más amplio para la competencia comercial entre los concesionarios sin que ello implique mejorar las posibilidades tecnológicas de los medios públicos que también operan en FM.

Lo anterior es posible y deseable, insisto, pero no será sencillo. La ausencia de una estrategia integral de Estado de parte del gobierno federal en estos temas, el recelo de algunos radiodifusores y la ignorancia sobre las características de las radios comunitarias que las hacen distintas de otras opciones, son parte de los obstáculos que enfrentará la propuesta antedicha.

Pero sobre todo se encuentra el hecho de que las radios comunitarias no están contempladas expresamente en la ley sino como permisionadas, por lo que en una ruta alterna valdría mucho la pena que esta situación fuera subsanada con las enmiendas correspondientes.

De cualquier modo, el tema irá abordándose en las próximas semanas e incluso desde distintas instancias, como lo prueba el hecho de que el IFE -luego de que a mediados 2010 rechazara la torpe iniciativa de sancionar a Radio Calenda con 40 mil pesos dadas sus dificultades técnicas y humanas para transmitir todos los spots de los partidos políticos- incorporará el tema de las radios comunitarias en el reglamento de acceso a radio y televisión. Es decir, discutirá y precisará en las características de esas emisoras respecto de otras opciones y así establecerá el trato que reciba de la autoridad electoral. Ese podría ser el comienzo de una reflexión al respecto y podría significar un paso muy importante en la esfera de la comunicación en México.

Fuente: El Universal, México

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