Crisis en la Secretaría de Medios

LOS MEDIOS OFICIALES EN ESTADO DE ALERTA

A la tambaleante situación del responsable del área, Arturo Noal, se suman fuertes críticas al subsecretario Bernardo Veksler. Esta semana será clave. El Ministerio de Gobierno absorberá el área y hará cambios profundos. Buscan el reemplazo de Noal y definir una política de medios.

(13/04/2008) USHUAIA.- "El nombre de quien reemplazará a Noal lo tiene la gobernadora en sus manos", dijo una alta fuente de la Secretaría de Medios, quien confió que le fue ofrecido a Gabriel Ramonet, actualmente hombre que maneja la prensa del ARI en la Legislatura y de estrecho vínculo con el legislador Manuel Raimbault. En principio, Ramonet habría desistido de participar en el Gabinete gubernamental. No obstante, el ofrecimiento sigue en pie y se espera su respuesta. En tanto, la búsqueda habría quedado en manos del concejal Gustavo Longhi, esposo de la gobernadora, ante un eventual desistimiento definitivo del periodista de Botella al Mar y Radioactiva.

Lo cierto es que el área más criticada en estos primeros "100 días" fue Medios. Si bien los cuestionamientos cayeron en cabeza de Noal y al mismo tiempo destacaron la labor de las segundas líneas de ésta secretaría, las críticas también recayeron sobre el subsecretario de Comunicación Institucional Bernardo Veksler, quien está en la mira de los gremios del sector.

Denuncian censura y discriminación

El hecho es más grave que una simple denuncia de censura. Sucedió en la emisora estatal Radio Fundación Austral, donde Veksler en su carácter de subsecretario de Comunicación Institucional decidió condicionar fuertemente el trabajo de una de las locutoras de ese medio, ocasionando una rápida reacción de los gremios de prensa que no tardaron en solidarizarse con la trabajadora y denunciar al funcionario por censura y discriminación.

El hecho de censura está claro, el funcionario del gobierno del ARI pretende que la locutora lea los comunicados tal cual los hacen en el departamento de medios, sin opinar nada al respecto. Y ante esto Veksler ensayó la siguiente justificación, que además de caer en ridículo, expuso un claro acto de discriminación: "Le había planteado (a la periodista) que se limitara a algún tipo de comunicados leídos porque eso por ahí le permitía una mejor dicción y que las conversaciones espontáneas tratara de no hacerlas. La cuestión pasa por darle a la audiencia un sentido de mensaje que sea claramente escuchable (...)
Cuando conversé con ella personalmente no noté nada, pero cuando empecé a escucharla en las emisiones por la tarde, verdaderamente a mí me costaba mucha dificultad".

"No se trata de una discriminación, lo que se trata es que ella resuelva su problema de salud. Lo único que charlamos con el director de la radio es que se limitara a leer los informativos que se hacen por la tarde (...)", agregó.
Según Veksler, "queremos que verdaderamente pueda cuanto antes resolver ese problema de salud, que se fue demorando y parece que hay una cierta desidia para resolver ese problema (....). Es el mismo caso de un cartero que tiene un esguince de un tobillo. La compañera es una de las pocas profesionales con carnet habilitante otorgado por el ISER, pero sólo podrá ejercer su profesión y vocación en tanto se limite a leer comunicados, no así a emitir opiniones".

La profesional "maltratada" según el gremio de prensa es Miriam Azcurra, en tanto que en la emisora fuentes confiables sostuvieron que " de continuar éste tipo de proceder ya abría consenso para declarar persona NO grata a éste funcionario".

Por lo pronto el gremio determinó "Adherir a la decisión de elevar la denuncia al INADI, como también de poner en conocimiento de la situación a la Señora Gobernadora y al Secretario de Derechos Humanos, esperando que tomen intervención para poner remedio a esta carrera de obstáculos en que se está convirtiendo el camino hacia la deseada libertad de expresión".

El "Onita" en pie de guerra

Otros de los problemas irresueltos en el área de los medios y que sin dudas a provocado esta crisis reconocida por propios y extraños es el del canal de Río Grande, donde el personal esta en pie de guerra tras el aterrizaje de un dossier destilado por la Subsecretaría bajo el mando del polémico funcionario Bernardo Veksler.

"Un poco más nos trata de imbéciles", dijo uno de los técnicos con mayor cantidad de años en el canal oficial. Sucede que Veksler hizo distribuir un dossier denominado "pautas técnicas", en donde se imparte instrucciones sobre cómo trabajar. A criterio de los trabajadores el informe de Veksler "demuestra un claro desconocimiento por el oficio".

En las "pautas técnicas" el funcionario ordena que "solamente se filme al entrevistado y no al cronista, asegura que no se aceptarán imágenes que no tengan suficiente luz, el cronista no puede tener otra herramienta que el micrófono del canal al hacer la nota, pide imágenes de apoyo para las notas". También el dossier sostiene instrucciones para los camarógrafos solicitándoles que "verifiquen el balance de la cámara, respetar la regla de los tercios, que las notas tengan audio", entre otras cosas.

Si bien las instrucciones impartidas parecen caerse de madura, las mismas pusieron en pie de guerra a los técnicos del canal, quienes pidieron la intervención del gremio originando esta actitud una grieta más dentro de la propia emisora.

"Le estamos pidiendo al gremio que no mire para otro lado y que le responda a este funcionario que según su parecer los que trabajamos en éste canal somos unos inútiles", dijo la fuente.

La verdad es que en el canal del "Onita" la situación viene de mal en peor. A la resistencia puesta de manifiesto por el personal del canal que interpreta como una "grosera intervención de un funcionario" referido al trabajo de Veksler, se suman los reclamos insatisfecho sobre la recategorización y recuerdan que los castigos impuestos a personal de larga trayectoria que incluso han sido directores de la emisora como Rubén Rivarola, Mario Verón, Patricia Grijo y otros, tiene un fin político que es someter al canal bajo los designios políticos del gobierno de turno.

Fuente: Tiempo Fueguino