Miles de periodistas italianos protestaron hoy con un boicot noticioso contra el proyecto de ley del gobierno de Silvio Berlusconi.(AP)
Triunfa la huelga general, la jornada del “ruidoso silencio” de la prensa italiana contra la “ley mordaza” promovida por el primer ministro Silvio Berlusconi para restringir las escuchas telefónicas y ambientales de la justicia y castigar hasta con la cárcel a los periodistas que publican los contenidos. Italia está casi sin diarios (salvo la prensa conservadora berlusconiana), y con noticiarios básicos de los comités de redacción en la televisión y la radio.
El caso tiene una extraordinaria repercusión en todo el mundo, pero especialmente en Europa, porque todos han comprendido que el gobierno B no quiere “proteger la privacidad de las familias”, como dice el primer ministro, sino castigar a la justicia y amenazar a la prensa. Es la democracia y la libertad de expresión las que están amenazadas, opina la prensa internacional, la oposición italiana y hasta sectores del gobierno contrarios al torniquete antiliberal democrático.
No están en los quioscos los diarios más importantes. El “Corriere della Sera” de Milán, “La Repubblica” e “Il Messaggero” de Roma, “La Stampa” de Turín, el “SigloXIX” de Génova, “Il Mattino” de Nápoles y los otros grandes cotidianos de las provincias.
En la TV y la radio hay sólo tres boletines de noticias que lee un periodista autorizado por el comité de redacción con la información básica para la opinión pública. La Federación Nacional de la prensa mantiene guardias especiales que intervendrán si se produce algún acontecimiento extraordinario. No hay trasmisiones por TV de deportes, especialmente las conexiones con el Mundial de Sudáfrica.
El éxito de la huelga de los periodistas tiene el apoyo de los editores y según los sondeos del 70% de la opinión pública.
La “ley mordaza” restringe a 75 días y por presunción de delitos graves las escuchas telefónicas y ambientales, que sólo pueden ser prorrogadas de tres en tres días. Los magistrados sostienen que el gobierno Berlusconi hace un gran regalo a los investigados por corrupción y a las grandes organizaciones criminales en el país de la mafia.
El proyecto de “ley mordaza” debe ser aún aprobado por la Cámara de Diputados y podría recibir nuevos cambios porque una parte de la misma centroderecha considera que aspectos de las normas son liberticidas. También se estima que el presidente de la República, Giorgio Napolitano, podría rechazar la entrada en vigor de los peores aspectos de la ley mordaza por anticonstitucionales.
Los editores que publiquen los contenidos de las interceptaciones judiciales antes que concluyan los procesos (pueden pasar años) recibirían castigos de multas de hasta 600 mil dólares. Los periodistas serían sancionados con penas de cárcel de hasta 60 días.
Fuente: Clarín, Argentina
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