La parálisis económica atenaza a las Administraciones públicas, y el Concello de Vilagarcía no constituye, precisamente, ninguna excepción a este penoso estado de cosas. Después de agosto se iniciará, por otra parte, el último curso político del mandato, marcado por la inminencia de las elecciones locales, para las que restarán apenas ocho meses. El momento es delicado, pero aun así es el elegido por la coalición que gobierna la capital arousana para resucitar un viejo proyecto que se remonta más de diez años en el tiempo pero jamás llegó a ver la luz: la creación de una radio municipal.
Ravella acaba de adjudicar a la compañía Iniciativa Galega de Comunicación, con sede en Pontevedra pero foco de actividad e intereses en la comarca de O Salnés, el estudio de viabilidad previo al establecimiento de la emisora. El papel de la iniciativa privada no se agotará en este informe, que de hecho cuenta con un presupuesto de escasa cuantía, por debajo incluso de los 1.000 euros, sino que, muy al contrario, la intención del bipartito parece ser entregar la gestión de la radio a una empresa. En otras palabras, su funcionamiento generará negocio. Que se sepa, sin embargo, ninguna de las cadenas de referencia en Galicia se ha interesado por explotar la frecuencia del Concello, por lo que, salvo sorpresas, será difícil que alguien puje por la concesión más allá de pequeñas firmas de comunicación.
El primero de los aspectos del proyecto que el estudio debe aclarar es el alcance de la inversión precisa para poner en marcha la radio. Desde el punto de vista tecnológico, el Concello dispone de un equipo propio para emitir en analógico. Es decir, puede poner en el aire señales radioeléctricas. Otra cosa es el estado en el que se encuentren los dispositivos, y el nivel de obsolencia en el que se hayan quedado. Porque emitir en digital requerirá, como mínimo, un equipamiento informático del que el Ayuntamiento carece.
En cuanto al trasfondo político de la iniciativa, todo apunta a la existencia de un alto grado de sintonía entre PSOE y BNG, los dos socios que sustentan el Ejecutivo municipal. Las competencias sobre la materia corresponden al departamento de Xestión do Territorio, dirigido por el socialista Marcelino Abuín. Curiosamente, la propuesta aprobada por la junta de gobierno hace apenas unos días no fue formulada por su concejalía, sino por el área de Cultura, que lidera el nacionalista Xosé Castro Ratón, a la sazón teniente de alcalde de la ciudad.
Este grado de consenso no se produjo, paradójicamente, en el momento en el que Ravella, entonces pilotada por Javier Gago, quiso reservarse la posibilidad de constituir el canal propio que le atribuía el plan de televisión local. Corría junio del 2004 y la oposición en pleno, el BNG incluido, votó contra un proyecto que el PSOE defendió con uñas y dientes. Cosas, pensará alguien, del pensamiento evolutivo.
Fuente: La Voz de Galicia, España
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