viernes, 19 de noviembre de 2010

PERU: 47 ANIVERSARIO CON OLOR Y SABOR A ‘‘BODAS DE ORO’’ CUMPLIÓ RADIO ‘‘LA VOZ’’ DE HUAMANGA / Editorial (Prof. Antonio Sulca Effio - ‘‘ASE’’)

Hubo una vez… una aldea de treintitantas iglesias que fue sacudida desde sus raíces por una joven universidad tricentenanaria. Las telarañas que cubrían aulas, bibliotecas, templos, ideas, sentimientos cayeron estrepitosamente al suelo al reabrir sus puertas esta Superior Casa de Estudios, en 1959.

Los diarios capitalinos llegaban intermitentemente o con retraso y no hacían ya  mucha falta; porque  la radio traía, casi al instante noticias internacionales y en la aldea, las regionales y locales llegaban a dormitorios o comedores vía tres emisoras.


La ciudad polarizada entre los continuadores del viejo cuño en ideas y los nuevos, que abrían ojos y boca de admiración por lo que la ciencia les traía, también con retraso, viejos conocimientos ocultados intencionalmente, por lo que se aferraron a lo objetivo, real, comprobable.

Alienados fácilmente por los medios, los primeros iniciaban reverencia y culto a lo extranjero si tenía sabor a gringo. Mejor centrados los segundos, volvían los ojos a sus raíces andinas.

Esto que ocurría a nivel macro en la población de esta antigua e hispanizada aldea también repercutía a nivel micro  o vicerversa, en sus medios. Semanarios y emisoras también se polarizaron. La década del '60 vio a los huamanguinos vestidos y peinados a lo “Elvis Presley”, caminando y bailando con movidas frenéticas de cadera y pelvis a uno y otro costado de su cuerpo: pero más entusiastamente, de atrás hacia delante; el rock y sus variantes, de cada vez olas nuevas que envejecían en poco tiempo, se apoderó de jóvenes de 15 hasta  60 años. Una emisora que propalaba música de preferencia criolla y ayacuchana era apenas sintonizada; los recitales de danzas mestizas y campesinas que ofrecía una Peña Folklórica atraía a turistas que pagaban en dólares para apreciarlas pero los huamanguinos, ni gratis, iban a verlas y menos a aplaudirlas.

Una emisora, la nuestra, Radio ‘‘Huamanga’’ que cambió luego a ‘‘La Voz de Huamanga’’, que desde el 13-Nov-1963 había apostado por el folklore y la cultura andina, fue estigmatizada, satanizada, devaluada, tan sólo por difundir, a petición del pueblo campesino, barrial, canciones interpretadas por Flor Pucarina, la llamada ‘‘Faraona’’ de la canción huanca, que impusiera la muliza y el huaylas, junto a Juan Bolívar, dentro y fuera del Perú o las de Pastorita Huaracina, Jilguero del Huascarán sin ignorar o marginar al trìo ‘‘Voces de Huamanga’’, ‘‘Trío Ayacucho’’ y mucho menos a Raúl García Zárate.

"Radio Huayucachi" nos llamaban despectivamente, por tener programas culturales en runa simi y musicales, conducidos por locutores quechua hablantes y por difundir pumpin, baulín, qachwa, chuta chuta,  harawi, que eran insultos para los oídos alienados de cierto sector de la población que renegando de sus raíces pokra, warpa, wari, se arrodillaba ante lo “gringo” venga de donde venga con tal que sea rubio de ojos azules o verdes.

Satanización, persecución racial e ideológica que nos llevó a ser “condecorados” con un atentado dinamitero que destruyó casi la totalidad de nuestras instalaciones y de cuyas cenizas, lenta y progresivamente nos vamos levantando sin más ayuda que nuestra audiencia. La llamada a resarcir nuestra herida economía hizo oídos sordos a nuestra petición a darnos el mismo trato gubernamental alcanzado a otros medios de comunicación masiva cuyos daños fueron resarcidos en justicia. La destrucción por manos senderistas de Radio ‘‘La Voz de Huamanga’’ áquel 29-Nov-1992 (ver fotografía en la parte superior), fue el atentado más grave a nivel de emisoras de provincias y la segunda en magnitud a nivel nacional, luego de Frecuencia Latina, canal 2 TV de Lima.

Desde el 13-Nov-1963, es decir a 47 años de haber inundado al Perú con cultura andina en todas sus manifestaciones, en ser los únicos que siempre hemos tenido programas en nuestro idioma nativo, el quechua, no nos arrepentimos de haber seguido esa línea nacionalista, en el mejor sentido de la frase y bregar con entereza para lograr el fortalecimiento de nuestra identidad huamanguina y orgullosos de nuestra nacionalidad quechua, manifestamos nuestra adhesión a los pueblos que hoy están levantando las banderas -incluso políticas- de su nacionalidad aborigen para contrarrestar la traumática influencia de la globa-lización y el neoliberalismo.

Ante el fantasma de la quiebra empresarial estamos pálidos pero serenos, caídos pero no derrotados para mala suerte de quienes antes del atentado dinamitero esquilmaron y saquearon económicamente nuestra casa radial y, de quienes luego del atentado nos vieron resurgir como el Ave Fénix al poner en circulación este Diario hace 15 años, exactamente un día como ayer, el 17 de noviembre de 1995.

No llegamos acelebrar nuestro 47 Aniversario, por las razones que explica "Nando", Co-Fundador de nuestro Diario, en un artículo publicado el domingo último y que fuera "subido" o "colgado" en este Portal.

Fuente: Diario La Voz de Huamanga, Perú

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