sábado, 2 de abril de 2011

ESPAÑA: Réquiem por la radio pública catalana

El sector privado prepara la estocada final a Cataluña Radio y la COM tras la vuelta de CiU al poder

La radio pública catalana tiene sus días contados, o al menos tal y como la conocemos ahora. Las radios privadas han estado esperando el momento propicio para asestar un golpe definitivo a la radio pública. El momento ha llegado con el cambio de gobierno en Cataluña. A priori, un gobierno más permeable que el tripartito a las peticiones de la radio privada.

La asociación de emisoras privadas ha emitido un Informe sobre la necesidad de introducir los principios y técnicas jurídicas de menor restricción, intervención mínima, autorregulación y simplificación administrativa en el sistema audiovisual privado, al que ha tenido acceso ELPLURAL.COM, en el que realizan seis demandas de calado a la administración catalana en el que fijan su posición. La radio pública, las competencias del CAC, la piratería radiofónica y la distribución del espacio radioeléctrico son sus objetivos. Consideran que la crisis y el cambio de gobierno en Cataluña son dos aliados para reducir lo que califican como “la supremacía de la radio pública sobre la privada”.

Restricciones a la publicidad
La Asociación Catalana de Radiodifusión empieza su ofensiva en el documento con Cataluña Radio y la COM. Apelando a su doble financiación a través de recursos públicos y publicidad, propone la supresión de este último. Eso sí, en un alarde de gratitud esta supresión publicitaria tendría un periodo transitorio de dos años en los que se limitarían a 2 y 1 minuto por hora la emisión de anuncios.

La estocada final
El tema lleva mucho tiempo en el debate público pero nunca se ha había planteado de manera tan evidente. A nadie se le escapa que las dos emisoras públicas catalanas –Radio Nacional no tiene publicidad- verán sustancialmente recortados los recursos provenientes de la Generalitat y Diputación de Barcelona, sus respectivos propietarios, en los nuevos presupuestos. Si a esto le unimos el tijeretazo publicitario que piden las radios privadas, éstas darían la estocada final a lo que ellos consideran “competencia desleal” de la pública. Catalunya Ràdio y Com Ràdio dejarían de ser lo que son. Y sin publicidad ni recursos se auguran problemas mayores.

Después del 22-M
De hecho, el Gobierno Mas ha dado un primer paso en la Corporación Catalana de Ràdio i Televisió, fusionando todas su empresas para aligerar estructura, recortando los salarios de todas las empresas del ente un 5% y reduciendo gastos de estructura inmobiliaria que pueden acabar con los trabajadores de Catalunya Ràdio en los locales de TV-3. Por eso, los profesionales de la Corporació se preguntan si esto es lo último. Se temen lo peor y no descartan más ajustes, y más dolorosos. En pocas palabras, puede que estas medidas sean el preludio de un expediente de regulación de empleo después de las municipales. Por eso, la petición de las privadas ha caído como una bomba. La pregunta por ahora sigue sin respuesta. Nadie sabe lo que va a hacer el gobierno. Lo único que está claro es que “lo que sea se hará después del 22-M”, afirman fuentes del ejecutivo catalán.

Ahogo de cobertura
Sin embargo, las privadas no se conforman con noquear a las radios públicas económicamente, quieren también limitar su presencia en el espacio radioeléctrico. El informe acusa a la COM de emitir en red radio generalista, de sobrepasar el ámbito de la provincia de Barcelona, y de tener la propiedad de frecuencias que podrían pasar al sector privado porque su adjudicación no se ajusta, según las privadas, a los motivos de la concesión. En definitiva, lo que pretenden es atomizar la COM y hacerse con el control de sus frecuencias en el territorio. O sea, al ahogo económico habría que sumar un ahogo de cobertura. El informe no lo dice, pero si se cumplieran sus exigencias la COM dejaría de emitir. Moriría un modelo de comunicación local pionero en España y cientos de trabajadores se quedarían sin empleo.

Contra el regulador
No acaban aquí las reivindicaciones. Solicitan también ayuda de la administración para luchar contra la piratería y disparan sus baterías hacia el CAC, el organismo independiente regulador. Nada más y nada menos, pretenden modificar la ley que regula sus competencias amparándose en el uso y abuso de su potestad reglamentaria. Asimismo, la entidad solicita la “reducción o eliminación” de la información rutinaria que solicita el organismo regulador porque aumenta “los costos en las empresas privadas”. En conclusión, menos competencias y más reguladas, y menos información.

Réquiem por la radio
El corolario es una última petición. “Que las frecuencias se renueven automáticamente y por el mayor tiempo posible”. De las privadas, evidentemente. O sea, el informe es lo más parecido a un réquiem del modelo radiofónico público en Catalunya y del CAC, como organismo regulador y controlador. Artur Mas es el único que tiene potestad para evitar parafrasear un lamentable parte de guerra: “Vencida y desarmada la radio pública se han logrado los últimos objetivos privados”. La incógnita es que Mas puede estar por la labor en apoyo de las radios privadas. Su discurso no difiere en exceso con el liberalismo que impera en Convergència y a la hora de recortar, las peticiones de los privados pueden ser un regalo del cielo. Algunos van más allá y apuntan a que la buena relación del gobierno de CiU con algunas empresas privadas interesadas en un cambio normativo, puede ser definitivo.

Toni Bolaño es periodista y analista político

Fuente: El Plural

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