El diario argentino Hoy denunció que desde la alcaldía de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, se montó un operativo para intentar clausurar las instalaciones de Red 92, la radio más escuchada de la región. “Lo sucedido no hace más que mostrar que, a casi 25 años del retorno de la democracia, a algunos integrantes del poder político les molesta el accionar de los medios de comunicación que vierten opiniones críticas e independientes acerca del poder de turno”, lamentó el matutino.
Asimismo, el periódico puso en duda la imparcialidad del abogado del Sindicato de Prensa de La Plata, quien, por ser hijo del ministro de Trabajo de la provincia, Oscar Cuartango, desempeña funciones en dicho ministerio. “¿No es una incompatibilidad el hecho de trabajar para un sindicato y ser mediador en los conflictos gremiales?”, cuestionó el diario platense. Información publicada en el diario Hoy (Argentina).Inaudito ataque a la libertad de expresión El director del diario El Día, Raúl Kraiselburd y el intendente Pablo Bruera parecen querer volver a la época de la dictadura militar, cuando existía un sólo medio gráfico en La Plata, que era totalmente funcional a las autoridades de facto.
Así lo pone de manifiesto el hecho de que, a partir de las presiones del director del diario El Día, ayer se realizó un operativo para intentar clausurar las instalaciones de Red 92, la radio más escuchada de la región. Fue un claro ataque a la libertad de expresión y al derecho a la información. Lo sucedido no hace más que mostrar que, a casi 25 años del retorno de la democracia, a algunos integrantes del poder político les molesta el accionar de los medios de comunicación que vierten opiniones críticas e independientes acerca del poder de turno. Oscar Cuartango es ministro de Trabajo y su función como tal es la de representar al Estado en los conflictos laborales, actuando como mediador para encontrar consensos y soluciones entre la patronal y los trabajadores.
Pero el funcionario parece que quiere ser juez y parte: su hijo -que colabora estrechamente con él en la cartera laboral y que lo acompaña en cada acto público- es el abogado del Sindicato de Prensa de La Plata. ¿No es una incompatibilidad el hecho de trabajar para un sindicato y ser mediador en los conflictos gremiales? Este sindicato, que tiene escaso poder de representación fuera del diario El Día, nada dice de los sueldos congelados en el vetusto matutino de diagonal 80. Tampoco se moviliza para pedir por aquellos periodistas que trabajan en negro o que cobran sueldos de $ 200 en radios ubicadas en el centro platense. El gremio siempre apañó a Kraiselburd y ni siquiera se quejó por las condiciones laborales que tenían que afrontar los trabajadores del diario El Popular, que cuando fue inaugurado tenía oficinas construidas con cartones y los periodistas debían sentarse en cajones de manzana.
El hecho de que haya surgido un nuevo medio gráfico en La Plata, que en definitiva no hace más que dar una dosis de pluraridad al panorama informativo local, parece que lo puso nervioso a Don Raúl. Su sueño es volver a la ciudad anterior a 1993, cuando aún no existía el diario Hoy y el vetusto diario de diagonal ‘80 mantenía el monopolio informativo. También extraña a su querido amigo y compinche Ramón Camps, el siniestro torturador que se cobró la vida de miles de personas durante la dictadura.
En definitiva, ellos dos se encargaron de salir al cruce de Jacobo Timerman, el director del diario La Opinión, que, luego de ser secuestrado y salvajemente torturado, tuvo la valentía de denunciar las atrocidades que cometía el gobierno de facto. Los tiempos cambian: Camps se murió, muchos represores están detrás de las rejas y el país que quiere Kraiselburd forma parte del pasado. ¿Alguien escuchó al sindicato reclamar por Hugo Iglesias, el obrero gráfico que trabajaba para Kraiselburd y que fue “chupado” por las fuerzas de Camps en 1977? De eso no se habla, hay muchos intereses en juego.
Fuente: Medios Latinos
Asimismo, el periódico puso en duda la imparcialidad del abogado del Sindicato de Prensa de La Plata, quien, por ser hijo del ministro de Trabajo de la provincia, Oscar Cuartango, desempeña funciones en dicho ministerio. “¿No es una incompatibilidad el hecho de trabajar para un sindicato y ser mediador en los conflictos gremiales?”, cuestionó el diario platense. Información publicada en el diario Hoy (Argentina).Inaudito ataque a la libertad de expresión El director del diario El Día, Raúl Kraiselburd y el intendente Pablo Bruera parecen querer volver a la época de la dictadura militar, cuando existía un sólo medio gráfico en La Plata, que era totalmente funcional a las autoridades de facto.
Así lo pone de manifiesto el hecho de que, a partir de las presiones del director del diario El Día, ayer se realizó un operativo para intentar clausurar las instalaciones de Red 92, la radio más escuchada de la región. Fue un claro ataque a la libertad de expresión y al derecho a la información. Lo sucedido no hace más que mostrar que, a casi 25 años del retorno de la democracia, a algunos integrantes del poder político les molesta el accionar de los medios de comunicación que vierten opiniones críticas e independientes acerca del poder de turno. Oscar Cuartango es ministro de Trabajo y su función como tal es la de representar al Estado en los conflictos laborales, actuando como mediador para encontrar consensos y soluciones entre la patronal y los trabajadores.
Pero el funcionario parece que quiere ser juez y parte: su hijo -que colabora estrechamente con él en la cartera laboral y que lo acompaña en cada acto público- es el abogado del Sindicato de Prensa de La Plata. ¿No es una incompatibilidad el hecho de trabajar para un sindicato y ser mediador en los conflictos gremiales? Este sindicato, que tiene escaso poder de representación fuera del diario El Día, nada dice de los sueldos congelados en el vetusto matutino de diagonal 80. Tampoco se moviliza para pedir por aquellos periodistas que trabajan en negro o que cobran sueldos de $ 200 en radios ubicadas en el centro platense. El gremio siempre apañó a Kraiselburd y ni siquiera se quejó por las condiciones laborales que tenían que afrontar los trabajadores del diario El Popular, que cuando fue inaugurado tenía oficinas construidas con cartones y los periodistas debían sentarse en cajones de manzana.
El hecho de que haya surgido un nuevo medio gráfico en La Plata, que en definitiva no hace más que dar una dosis de pluraridad al panorama informativo local, parece que lo puso nervioso a Don Raúl. Su sueño es volver a la ciudad anterior a 1993, cuando aún no existía el diario Hoy y el vetusto diario de diagonal ‘80 mantenía el monopolio informativo. También extraña a su querido amigo y compinche Ramón Camps, el siniestro torturador que se cobró la vida de miles de personas durante la dictadura.
En definitiva, ellos dos se encargaron de salir al cruce de Jacobo Timerman, el director del diario La Opinión, que, luego de ser secuestrado y salvajemente torturado, tuvo la valentía de denunciar las atrocidades que cometía el gobierno de facto. Los tiempos cambian: Camps se murió, muchos represores están detrás de las rejas y el país que quiere Kraiselburd forma parte del pasado. ¿Alguien escuchó al sindicato reclamar por Hugo Iglesias, el obrero gráfico que trabajaba para Kraiselburd y que fue “chupado” por las fuerzas de Camps en 1977? De eso no se habla, hay muchos intereses en juego.
Fuente: Medios Latinos
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